El escritor José Felipe Alonso refleja en su nuevo ensayo, "Misterios, anécdotas y leyendas de la Comunidad de Madrid", las curiosidades de sus pueblos como la existencia de ninfas y bandoleros, la plaga de hormigas que se comió Estremera o la sabiduría de una encina que pronostica la felicidad.
En una entrevista con Efe, este periodista y estudioso de las ciencias ocultas desgrana hoy los misterios de los 178 municipios que conforman esta comunidad, "la gran desconocida y también la menos defendida por el gobierno regional".
Cuando de habla de los pueblos de Madrid, casi siempre se hace referencia a la belleza de la plaza de Chinchón o a la coquetería de Alcalá de Henares, pero no se mencionan las leyendas que en ellos habitan.
"Por ejemplo, cuentan que el monasterio de El Escorial se levantó sobre una boca del infierno", dice el autor, quien asegura que la leyenda que más le llamó la atención fue la de la encina Ambite, "que con la degustación de una de sus bellotas, se descubre el futuro en amores. Las dulces anuncian la felicidad, las amargas...".
La sierras, montes y olmos de la Comunidad de Madrid han sido escondite de cientos de bandoleros. Por su maldad, el más famoso fue Luis Candelas. Por su bondad, el Tuerto Pirón y el Capellán, que al estilo Robin Hood, solían compartir el botín con los más necesitados", cuenta el escritor.
Con objetividad, prudencia y mucha curiosidad, José Felipe Alonso descubre los milagros y buenas obras que las vírgenes hicieron por los pueblos de Madrid.
Así, la gran epidemia de peste que hubo en toda España en 1599, "gracias a la intervención de la Virgen de los Prados en Garganta de los Montes causó menos mortandad y finalizó mucho antes que en otras poblaciones", explica.
Cuenta la leyenda que el origen del nombre del pueblo de Fuentidueña "se debe a que allí vivía un ninfa que se bañaba en un remanso de agua entre los ríos Jarama y Henares", revela Alonso.
Famosa también es la bruja de Miraflores de la Sierra, la "Tía Boyona", mujer de grandes posibles que fue asesinada en 1886, probablemente por algunos de sus herederos.
Curioso resulta la aparición de ovnis en la zona de Galapagar, Navacerrada y la presa del Atazar, "aguas en la que hubo una oleada de luces de colores".
Los animales son también protagonistas de leyendas. "Se dice que una plaga de hormigas se comió el pueblo de Estremera y que la caída de una lagartija en una marmita de sopa causó un envenenamiento de un grupo de gente, que por temor emigró del lugar y se instaló en una zona cercana, creando así el pueblo de Montejo", afirma.
José Felipe Alonso no se limita a contar las anécdotas, sino que, con rigor y forma amena, invita a profundizar en la Comunidad de Madrid, "la gran desconocida".
(FUENTE: publico.es)
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