El avistamiento ocurrió el 10 de abril de 1989, cuando era primer oficial de una aerolínea regional. Eran las 20:00 y recién había despegado del aeropuerto internacional de Kansas, con destino a Waterloo, Iowa.
Entonces recuerda que había luna llena y cielo bastante despejado. Unos 320 kilómetros después y vio un disco blanco visible con claridad a través de unas nubes muy tenues, hecho que comentó con el capitán Bruce, quien dijo haberlo visto desde que alcanzaron altura.
Desde la cabina pudieron observar el disco blanco y al otro lado la luna. También constataron que no había rayos de luz procedentes de tierra. Esto era nuevo para ellos porque ya habían visto otras cosas, como satélites, globos y otros tipos de aeronaves.
Por 20 a 30 minutos en altitud de crucero continuaron viento el disco. Cuando se disponían a descender y se concentraron en esta tarea, por un momento miró y, se sorprendió de ver que, en el lugar donde estaba el disco había una esfera roja grande y brillante, que ambos vieron.
El objeto voló en forma paralela al avión. A unos 13 mil pies vieron que el objeto también descendía para comenzar a desaparecer entre las nubes, donde cientos de luces parpadearon dentro de las nubes, espectáculo que duró unos 30 segundos.
Después el objeto se estrechó como si fuese plastilina y se dividió en dos partes cada vez más delgadas hasta que desaparecieron.
Se miraron con el capitán. — “¡Oh Dios, qué diablos fue eso”—, murmuró. Entonces preguntó al control de Kansas si había algo en el radar y la respuesta fue negativa.
(FUENTE: connuestroperu.com)
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