Ni catástrofes ni mucho menos el fin del mundo. La intensa actividad que experimenta el Sol en los últimos días no es el preludio del apocalipsis que provocaría la extinción del hombre y de la Tierra, tal como especulan algunas personas apoyados en premoniciones fantasiosas que suele recoger la industria del entretenimiento -léase Hollywood.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA por sus siglas en inglés) confirmó que la tormenta solar (o tormenta geomagnética) que impactó el planeta no fue tan fuerte como habían previsto los expertos en meteorología espacial. Sin embargo, el anuncio del fenómeno causó temores entre quienes no están totalmente enterados de lo que se trataba.
“No hay que dar pie al sensacionalismo. Este no es el fin del mundo”, aseguró Jorge Heraud, director del Instituto de Radioastronomía de la Pontificia Universidad Católica. El reputado científico explicó que el Sol pasa por ciclos regulares de actividad y que cada 11 años se produce un pico máximo en el que suelen producirse tormentas, como en este año.
Cuando ocurre esto, el Sol despide plasma y partículas cargadas que viajan hacia la Tierra. “Lo que llega a nuestro planeta es una gran cantidad de partículas cargadas eléctricamente (protones y electrones) que interactúan con el campo electromagnético (magnetósfera), que es el escudo de la Tierra. Las partículas nos suelen atravesar ese campo salvo que sean muy energéticas, como en este caso”, aseguró Heraud en diálogo con elcomercio.pe.
“En el caso reciente, las partículas y el plasma sí atravesaron el campo magnético terrestre porque provienen de una tormenta fuerte debido a que estamos en un máximo de actividad solar. Pero no es porque se viene el fin del mundo ni cosas por el estilo”, remarcó el experto. “La actividad máxima –añadió- continuará hasta finales de año o principios del 2013. A partir de ahí, nuevamente comenzará a reducirse la actividad solar”.
Cuando estas partículas cargadas eléctricamente penetran la atmósfera terrestre pueden estropear las comunicaciones de radio y los equipos electrónicos. Es decir, puede afectar a las comunicaciones por radio de alta frecuencia -como las que emplean los aviones-, los sistemas GPS, etc.
Espectaculares auroras
Pero la tormenta geomagnética no solo causó preocupaciones sino también un maravilloso espectáculo sobre el firmamento que solo algunos privilegiados pudieron observar: las auroras polares (boreal y austral). Estas se producen cuando las partículas cargadas chocan con la atmósfera en los polos norte y sur y producen una luz difusa que puede apreciarse de noche en el cielo.
“Cuando llegan estas partículas a la Tierra se van a producir auroras boreales y australes y van a ser cada vez más cerca al Ecuador. Normalmente se producen cerca a los polos, en el círculo ártico, ahora van a bajar un poco más porque hay más intensidad”, sostuvo Heraud sobre este fenómeno que ha quedado registrado en espectaculares imágenes.
El dato:
A finales del año pasado, la NASA advirtió que las tormentas solares no provocarían el fin del mundo.
(FUENTE: elcomercio.pe)
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