Usada en variados campos terapéuticos, la hipnosis es una herramienta científica que es aplicada en múltiples disciplinas. Deportistas de élite y profesionales sometidos a situaciones de presión extrema la usan de forma rutinaria para controlar sus procesos mentales y alcanzar mejores resultados. Un procedimiento que por una mezcla de desconocimiento y uso artificioso se puede asociar a ciertas prácticas dudosas. Nada más lejos.
La hipnosis puede ser un excelente aliado para conseguir amplios progresos en el tratamiento del juego patológico. Así lo ha demostrado un estudio llevado a cabo por los psicólogos de la Universidad Miguel Hernández (UMH) Rosa Montesinos y Daniel Lloret —pertenecientes a la Asociación Vida Libre de Alicante— y Antonio Capafonts, de la Universidad de Valencia (UV). ¿Cómo? Permitiendo reducir el tratamiento hasta en un tercio del número de sesiones, conclusión a la que se ha llegado después de tres años de investigación y análisis de datos con la UMH.
Se trata, por tanto, de unos resultados que abren una esperanzadora línea de investigación en busca de terapias más breves y eficientes para reducir un tiempo que además de ayudar a una recuperación de mayor calidad y más duraderas puede ser fundamental en adicciones agudas en los que el gasto llega a comprometer seriamente la situación financiera del sujeto e incluso la de su entorno más cercano. Además, el tratamiento con hipnosis se ma mostrado muy superior en el cumplimiento de las técnicas y tareas de los participantes, así como en la consecución de menos caídas en el juego durante el proceso.
Recuperar el control
¿Pero en qué consiste la terapia de hipnosis? Según explica la psicóloga Montesinos, la adicción al juego se fundamenta en la mayoría de los casos en una pérdida del control del sujeto. Algo que también va unido a pensamientos mágicos y supersticiosos, creando una sensación de falso control sobre los resultados del juego y las ganancias, a veces incluso con ideas irracionales que llevan a la sensación de poder atraer a la suerte.
Se trata, por tanto, de enseñar a recuperar el control perdido. De proporcionar al paciente las herramientas para contrarrestar las reacciones fisiológicas que se llegan a producir. Para ello no se emplean ritos mágicos ni se provocan episodios de sueño y pérdida de la consciencia, como mal han difundido pseudocientíficos convertidos en estrellas televisivas. El control de la respiración y de las sensaciones físicas son claves, un proceso en el que se adiestra al paciente con repeticiones sucesivas en su casa para poder recurrir a él cuando comienza a sentir los primeros indicios. Algo muy extendido, por ejemplo, en determinados deportes donde mantener la concentración y no dejarse llevar por factores externos es clave para la consecución de objetivos.
Es, como indica Montesinos, una provocación del sistema límbico. Aunque no se notan diferencias a nivel cerebral, se trabaja esta zona que rige los automatismos.
Presentado en IX Congreso Nacional de Psicología Clínica, que tuvo lugar en San Sebastián, y en vías de publicación por varias revistas internacionales del sector, el estudio convierte a la Asociación Vida Libre en el primer centro de España en aplicar esta terapia para tratar el juego patológico. Una de las pocas en el panorama internacional, aunque según indica Montesinos no será raro ver la hipnosis como algo cada vez más habitual debido a su recuperación clínica.
(FUENTE: abc.es)
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