La ciudad de Colonia (oeste de Alemania) ha rehabilitado oficialmente a Katharina Henot, una mujer acusada de brujería y ejecutada hace cuatro siglos, en el marco de la persecución a las brujas que dejó más de 100.000 víctimas mortales en Europa, cerca de una cuarta parte de ellas en Alemania.
Una comisión del Ayuntamiento de la ciudad, además, se distanció de forma unánime de todos los procesos de brujería realizados en la ciudad en los siglos XVI y XVII.
La rehabilitación a Henot es el resultado de una iniciativa del pastor protestante Harmut Hegeler que, tras su jubilación como profesor de religión, se ha dedicado a buscar una especie de indemnización moral para las víctimas de la caza de brujas.
Katharina Henot (1570-1627), una mujer de la clase alta de Colonia, se considera como una de las víctimas más célebres de la caza de brujas. Algunos historiadores consideran que su caso fue uno de los que llevó al jesuita Friedrich von Spee a convertirse en un uno de los principales críticos de los procesos contra las brujas.
Spee, confesor de mujeres condenadas a muerte por brujería, llegó a la conclusión de que las confesiones se daban siempre motivadas por la tortura y, cuando se le preguntaba porqué había envejecido tan pronto, explicaba que había tenido que ver a demasiados inocentes morir en la hoguera.
La detención de Katharina Henot se produjo en 1627, por unos rumores, y el proceso, como casi siempre ocurría en estos casos, terminó con la condena a muerte y su ejecución.
Las acusaciones en su contra se basaron en una serie de hechos ocurridos en un convento cercano a Colonia, donde se dio una epidemia que, en la interpretación de los acusadores, habría sido generada por las artes mágicas de Katharina Henot.
Al margen de posibles casos aislados, la época de quema de brujas fueron los siglos XVI y XVII, con una especie de prólogo en el siglo XV -el siglo del célebre "Martillo de las brujas", un libro que se convirtió en una especie de manual de inquisidores- y un largo epílogo en el siglo XVIII.
Anna Göldi, considerada como la última bruja de Europa, fue ejecutada en Glarus (Suiza) en 1782, en pleno siglo de la ilustración.
El caso de Henot fue, en Colonia, el comienzo de una ola de procesos que se prolongó hasta 1630 y dejó como saldo más de veinte mujeres ejecutadas por brujería.
En la conciencia de los habitantes de Colonia, Henot ya había sido rehabilitada. Un colegio y una calle llevan su nombre y frente al ayuntamiento hay una estatua suya.
"Se trató de ahogar la voz de Katarina Henot pero no fue posible, hoy se sigue hablando de ella en esta ciudad", dijo el pastor Harmut Hegeler hoy ante la comisión del Ayuntamiento.
Ahora, tras la rehabilitación oficial de la ciudad de Colonia, queda pendiente la rehabilitación por parte de la iglesia católica, que también ha sido solicitada por Hegeler.
En una carta dirigida al arzobispo de Colonia, Joachim Meissner, Hegeler le pide una declaración pública en la que diga que "los procesos contra las brujas fueron una injusticia".
La comisión del Ayuntamiento se sumó hoy a Hegeler y pidió también una rehabilitación de Henot, y de las otras presuntas brujas, por parte de la iglesia católica.
(FUENTE: lavanguardia.com.mx)
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