Un equipo internacional de astrónomos ha conseguido capturar el primer espectro directo o huella química de un exoplaneta. Los resultados, hechos públicos por la Organización Europa para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO, por sus siglas en inglés), representan un importante avance en la búsqueda de la vida en el Universo, ya que puede ofrecer a los astrónomos nuevas pistas de por dónde buscar.
Los investigadores obtuvieron el espectro de un exoplaneta gigante que orbita una estrella muy joven y brillante llamada HR 8799. El planeta forma parte junto a otros dos hermanos de un sistema planetario a 130 años luz de la Tierra, un sistema que se asemeja mucho un modelo a escala del Sistema Solar.
El planeta en estudio es el intermedio. Es diez veces más masivo que Júpiter y tiene una temperatura de unos 800 grados centígrados. «Después de más de cinco horas de tiempo de exposición pudimos distinguir el espectro del planeta de la luz más brillante de su estrella principal», explica Carolina Bergfors, miembro del equipo de astrónomos. Para sus observaciones, los investigadores utilizaron el Very Large Telescope (VLT) de la ESO localizado en Atacama (Chile).
Pero, ¿qué es exactamente el espectro de un planeta? Según explica Markus Janson, director del trabajo, «es como una huella, ya que proporciona la información clave sobre los elementos químicos de su atmósfera». Con esta información, podemos comprender mejor «cómo se formó el planeta y, en el futuro, podríamos ser capaces de encontrar signos indicadores de la presencia de vida». Esto resulta fundamental para todos los astrónomos que se dedican a buscar signos de vida en el Universo.
Los datos muestran que la atmósfera que rodea el planeta es aún difícil de comprender ya que las características observadas en el espectro no son compatibles con los actuales modelos teóricos. «Necesitamos tener en cuenta una descripción más detallada de las nubes de polvo atmosférico o aceptar que la atmósfera tiene una composición química diferente de la que asumimos», concluye Wolfgang Brandner, coautor del trabajo.
Es la primera vez que se obtiene de forma directa el espectro de un exoplaneta que orbita una estrella normal casi similar al Sol. Con anterioridad, el único espectro que había podido obtenerse requería un telescopio espacial que observaba al exoplanetas pasando directamente por detrás de su estrella en un «eclipse exoplanetario» y el espectro podía entonces extraerse al comparar la luz de la estrella antes y después.
(FUENTE: abc.es)
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