El descubrimiento fue realizado por el arqueólogo peruano en Lambayeque. Personaje fue enterrado con utensilios propios de un chamán.
La aparición de una vasija de cerámica con unas 500 semillas de nectandras, un producto natural con efectos afrodisíacos, fue la primera pista que tuvieron los arqueólogos del Complejo Arqueológico La Pava de Mochumí para dar con la tumba de un curandero que habría vivido hace unos 800 años y que fue enterrado cerca del valle de Las Pirámides de Túcume.
El arqueólogo Marco Fernández Manayalle, director del proyecto, y sus más de treinta colaboradores pensaron que se trataba de un entierro simple; sin embargo, a medida que encontraban más objetos confirmaron la existencia de los restos de un chamán de la cultura Lambayeque.
Los pobladores del sector La Pava, muy creyentes del curanderismo, estaban entusiasmados porque cada día encontraban objetos que, incluso en la actualidad, se utilizan en sesiones de chamanismo, como mates con restos de textiles, semillas de nectandras y una concha de abanico que se utiliza para inhalar tabaco.
Como parte del contexto funerario, los investigadores hallaron vasijas, un cántaro en forma de globo y un bastón de madera, similar a un cetro.
Según Fernández, el personaje no solo se encargaba de curar, sino que también se comunicaba con los dioses, tal como lo hacían los sacerdotes en las culturas Mochica y Lambayeque.
La otra tumba
El director del Proyecto Arqueológico La Pava, ubicado en el distrito de Mochumí, provincia de Lambayeque, reveló que también se descubrieron los restos de otro personaje de la cultura Lambayeque, de unos 800 a 900 años de antigüedad, que fue sepultado con objetos que lo identifican como una autoridad de mando medio.
En esta tumba y a una profundidad de unos tres metros, se hallaron cuchillos ceremoniales de cobre dorado, fragmentos de cuarzo, siete ceramios, además de la osamenta, que se encuentran en mal estado de conservación debido a la humedad, pues en la zona ahora existe un canal de regadío.
Los hallazgos realizados en el Complejo Arqueológico La Pava de Mochumí indican que este lugar tuvo una estrecha relación con el Complejo Arqueológico de Túcume, considerado uno de los más grandes centros ceremoniales de la región, comentó.
El arqueólogo Fernández explicó que el objetivo de los trabajos es reconstruir la organización social de los pueblos que se asentaron en este sector y todas las ocupaciones que hubo, tales como los mochicas, lambayeques, chimúes e incas.
El director de Museo Brüning de Lambayeque, Carlos Wester La Torre, dijo que la aparición de los entierros, tanto del curandero como del personaje de mando medio, señala que hubo una intensa actividad cultural, artística, tecnológica y ritual en el sector de Mochumí.
Estos trabajos forman parte de una investigación más amplia que los investigadores lambayecanos llevan a cabo en varios frentes, tales como Chotuna, Mochumí, Huaca Bandera, Jotoro y Túcume, donde trabajan más de 20 profesionales y 350 familias que se involucran en la revalorización de lo que dejaron los antiguos pobladores de la costa.
(FUENTE: elcomercio.pe)
No hay comentarios:
Publicar un comentario