Los sacerdotes vudú de Haití se oponen a los entierros masivos y anónimos de las miles de víctimas del terremoto que asoló el país y llevaron su queja el domingo al presidente Rene Preval.
Arrojar los cadáveres en fosas comunes y sin ningún tipo de rito es visto como una profanación en un país donde muchos creen que los zombies, o cadáveres vueltos a la vida por fuerzas sobrenaturales, pueden perseguir a los vivos.
Funcionarios haitianos dicen que hasta ahora al menos 50 mil cuerpos han sido arrojados a fosas comunes fuera de la capital devastada, Puerto Príncipe.
"No está en nuestra cultura enterrar a las personas de tal manera", dijo el principal líder del vudú de Haití, Max Beauvoir, en una reunión con Preval.
La radio local está emitiendo mensajes para que los haitianos coloquen los cadáveres, recuperados de entre los escombros de edificios que colapsaron por el sismo, en la calle para que sean recogidos.
"Las condiciones en que las que los cuerpos están siendo enterrados no respetan la dignidad de estas personas", dijo Beauvoir.
Más de la mitad de los 9 millones de habitantes de Haití se cree que practican vudú, una religión con raíces en África.
Alrededor del 80% también son católicos y la mayoría de los haitianos no ven ningún conflicto entre los dos.
Funcionarios de la Cruz Roja han dicho reiteradamente que nadie debe temer a enfermedades por la acumulación de los cadáveres tras el terremoto.
"Yo no entiendo por qué todo el mundo está preocupado por el riesgo de enfermedad", dijo a Reuters la presidenta de la Cruz Roja de Haití, Michaelle Amedee Gedeon.
(FUENTE: noticias.terra.com)
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