La Federación Europea de Veterinarios de Animales de Compañía (Fecava, por sus siglas en inglés) ha lanzado una campaña con motivo de la semana de la salud mental promoviendo el bienestar del profesional veterinario. La campaña está enfocada en destacar el acrónimo ‘HALT’, que tiene la intención de hacer recordar al veterinario la importancia de preservar la salud mental para poder desarrollar correctamente su trabajo.
“La vida como veterinario y enfermero veterinario puede ser increíble. Los pacientes con los que interactuamos y nos relacionamos son muy importantes para nosotros, especialmente cuando no están bien y se van a casa mucho mejor. Muchos días va todo muy bien, aunque no siempre va todo tan bien como nos gustaría”, alertan.
Según explican, los escenarios no clínicos o el lado emocional del ejercicio como veterinarios y enfermeros son normalmente los que causan el mayor estrés.
“Tenemos que aprender a ser conscientes de cómo nos sentimos durante el día. ¿Nos cuidamos a nosotros mismos para darnos la mejor oportunidad de lidiar con lo que viene a través de la puerta?”, se preguntan.
Por ello, han optado por apostar por el acrónimo HALT, una iniciativa que se ha estado promoviendo durante varios años entre los profesionales de medicina humana. HALT viene de las palabras hungry (hamriento), angry (enfadado), late (tarde) y tired (cansado), y tiene la intención de que los veterinarios se tomen un momento HALT y piensen si están hambrientos, enfadados, cansados o sienten que es tarde.
“Si sentimos alguna de estas emociones, es posible que no estemos en el mejor lugar para lidiar con la consulta o con la operación. Estos factores o emociones pueden estar fuera de nuestro control, pero ser consciente de ellos puede ayudarnos a mantenernos enfocados”, aseguran.
Desde Fecava apuntan que sentir cualquiera de estos factores “puede hacer que nosotros, en cualquier etapa de la vida, reaccionemos de manera diferente a como lo haríamos normalmente. Puede aumentar nuestras reacciones, cambiar nuestro comportamiento en situaciones que normalmente tomaríamos con calma”.
Así, piden a los veterinarios que se tomen 5 minutos para pensar sobre ello, reconozcan como se sienten y no se dejen superar por las emociones.
Además, recomiendan desarrollar una rutina en la clínica veterinaria para tomar un descanso. “Puede que no siempre sea posible, pero tomar un descanso para tomar algo de comida, una bebida o algo de aire fresco ayuda. Y si llega tarde, todavía es útil detenerse por unos minutos y respirar profundamente antes de llamar al siguiente cliente”, indican.
Por último, aconsejan que se debe aprender a reconocer las propias emociones y sentimientos y saber cómo se reacciona, “si estás hambriento, enojado, sienten que es tarde o cansado, es poco probable que estés funcionando lo mejor que puedes, así que, por tu propio bien, tus colegas y tus pacientes ... ¡HALT! y trata de arreglarlo”, concluyen.
(FUENTE: diarioveterinario.com)
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