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martes, 18 de junio de 2019

Nueva Orleans ¡Turismo embrujado!


Por calles de Nueva Orleans se desplazan los más antiguos tranvías que en el mundo funcionan. Datan de 1835. Y montar en tranvía, aunque no sea en estos que se identifican pintados de verde, es parte del encanto de la ciudad.

Mi hijo Alexis y yo tomamos uno rojo y amarillo que corre por el centro de la calle Canal. Al subir nos confunde la forma de pagar en una máquina. Un trayecto cuesta US$ 1.25 por persona.

Queda un remanente aplicable al pago del regreso.

Encontramos asiento.

Son de madera. Duros pero cómodos.

El lento transitar con numerosas paradas nos permite observar a nuestro alrededor, como la estatua de Bolívar en Basin St. Al cabo de cierto tiempo, tan pausado desplazamiento se hace empero cansino. La ruta finaliza en la avenida del City Park, frente al cementerio Cypress Grove. En vez de apearnos permanecemos en el tranvía, contemplando de lejos las esculturas cuyas siluetas resaltan bajo el cielo.

Entre ellas un ciervo que corona una tumba, tal vez de un amante de la naturaleza.

¿O será de un cazador? Los cementerios de Nueva Orleans obligan a enterrar por encima del nivel del suelo debido a que, por estar bajo el nivel del mar, las inundaciones levantaban los féretros. Surgieron así los mausoleos que después se convirtieron en atractivo turístico. En Dominicana, en cambio, los tenemos sin darles importancia.

La casa LaLaurie
A punto de iniciar el chofer las maniobras de retorno, Alexis se levanta a abonar el completivo, pero el conductor le indica que al no habernos bajado no hay que pagar. En el trayecto de vuelta nos quedamos junto al French Quarter para buscar la casa ‘embrujada’, ubicada en la esquina de las calles Royal y Governor Nicholls.

¡Es esa! Frente a ella, un guía ofrece explicaciones a un grupo en monopatines.

Nos acercamos. La puerta de entrada de esta vivienda de principios del siglo XIX, conocida como Casa LaLaurie, está separada de la calle por amplio espacio y una puerta de rejas. Fue adquirida en 1831 por Delphine LaLaurie, quien en una ocasión, cuenta la leyenda, empujó violentamente a una joven esclava que murió tras caer desde el techo. En 1834, según relatos, estalló un incendio. En su interior fueron entonces descubiertos cadáveres y esclavos encadenados. Pese a haber sido restaurado el edificio, dicen que en las noches se oyen gemidos, gritos y sonidos extraños.

Atractivo
Esta ciudad ofrece divertidos tours nocturnos de fantasmas en el French Quarter.

Casas embrujadas
En una de las que tiene Nueva Orleans, visitada en los tours nocturnos dedicados a buscar fantasmas, vampiros... No. No pienso ir a ellos.

(FUENTE: listindiario.com)

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