Las obras realizadas en uno de los edificios de la Universidad de Cambridge han servido para hacer un curioso descubrimiento.
Emparedado en uno de los muros, ha aparecido un zapato viejo. Se calcula que tiene una antigüedad de 300 años. Lo que hace que este hallazgo sea singular, es el hecho de que, en el mundo anglosajón, esconder zapatos era una antigua superstición que, se decía, servía para espantar a los malos espíritus.
Según explicó un especialista del Northamptom Museum, este rito tiene una antigüedad aproximada de unos 1.300 años, aunque nadie sabe cómo se inició. .
(FUENTE: elpaisonline.com)
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