Finalmente se comprobó una vieja teoría que postulaba que “no son tan oscuros”, ya que emiten radiación
Un grupo de científicos descubrió la evidencia más precisa hasta ahora sobre la existencia de partículas que son capaces de escapar del enorme campo gravitatorio de un agujero negro. Se trata de un fenómeno que había sido predicho en el año 1974 por el famoso astrofísico británico Stephen Hawking.
Los agujeros negros son regiones del espacio con tanto poder de succión que incluso la luz queda atrapada en su interior. Sin embargo, un efecto (postulado por el célebre científico inglés) hace que los agujeros no sean completamente negros, sino que emitan una débil radiación. Esa emisión es tan leve que nunca ha sido observada en objetos espaciales, pero sí se detectó su rastro en modelos de laboratorio.
“A pesar de los muchos estudios realizados sobre los agujeros negros, no existían resultados experimentales que sirvieran de guía. El problema es que la radiación que emana un agujero negro real debe de ser increíblemente débil”, señala el estudio publicado.
El trabajo fue realizado por Jeff Steinhauer y su grupo en el Instituto Tecnológico Israelí, en Haifa. Lo que hicieron es simular un agujero negro “acústico”, en el que fueron ondas de sonido, en lugar de luz, las que no pudieron escapar de su influencia.
El modelo permitió observar un fenómeno análogo a la radiación postulada por Hawking, en su laboratorio. La prueba más sólida hasta la fecha para respaldar la teoría del científico británico.
Además, por primera vez se pudo detectar cómo cada una de las partículas que consiguen escapar mantiene un entrelazamiento con otra partícula, empujada hacia el centro del agujero negro. Ese es uno de los puntos clave del entramado teórico de Hawking, que hasta ahora no había podido demostrarse.
Primer paso legal para la explotación privada de la Luna
Estados Unidos dio un importante paso legal para la explotación privada de la Luna al autorizar a una empresa privada llamada Moon Express a enviar una sonda robotizada capaz de aterrizar y moverse por la superficie lunar. Esta decisión supone la creación de un marco legal para facilitar la exploración y explotación de un satélite de soberanía internacional. La Agencia Federal de Aviación (FAA) dio la autorización el pasado 20 de julio, el día del aniversario número 47 del primer alunizaje.
Se trata de un gran paso legal para un sector que comienza a funcionar y que podría en un futuro no muy lejano permitir la explotación minera del satélite de la Tierra para generar combustible espacial, energía limpia o agua.
La autorización supone la primera aplicación seria para el ámbito privado del Tratado del Espacio Exterior, un acuerdo internacional de casi medio siglo que determina el carácter internacional, sin soberanía demarcada, del espacio. El tratado internacional asegura que “las actividades de entidades no gubernamentales en el espacio exterior, incluida la Luna y otros cuerpos celestes, deben requerir la autorización y continua supervisión de los estados parte”.
(FUENTE: diariohoy.net)
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