Por: Reynaldo Silva Salas.
Acá le brindamos a nuestros lectores un sencillo y muy efectivo ritual para revivir pasiones en tu relación sentimental: este trabajo mágico es especialmente recomendado para relaciones de muchos años y/ó matrimonios que están pasando por etapas de sequía afectiva o íntima.
Elementos a necesitar:
- 5 velas rojas
- 1 vela rosada.
- Canela en polvo.
- Miel.
- 5 cuarzos Amatistas.
- Un vaso con agua.
- Una hoja de papel blanco.
-Un cenicero ó un cuenco metálico.
Pasos a seguir:
1- Realice este ritual un viernes o un domingo. En una mesa, coloque las velas rojas en un semicírculo frente a usted. Luego tome las amatistas adicionándolos al semicírculo de las velas y complete un círculo con ambas.
2-Tome la vela rosada y úntela con miel, meditando en la necesidad de aumentar la pasión en su vida sentimental y también piense en su pareja (puede también escribir antes el nombre de su pareja en la vela) Una vez untada la vela con miel espolvoree en ella la canela en polvo. Coloque frente a todo el cenicero o cuenco de metal y el vaso con agua.
3-Encienda las seis velas (recomiendo usar fósforos), y visualice mientras tanto que pasa momentos de gozosa intimidad con su pareja; esfuércese por que la imagen en su mente sea lo más vívida posible. Cierre los ojos si le es necesario.
4-Siéntese frente al altar, tome el papel y escriba lo siguiente:
“Amor ilimitado es lo que busco.
Por favor, trae de nuevo a nuestras vidas
La pasión y el éxtasis”.
5-Tome el papel y dóblelo en cuatro. Póngase de pie y tomándolo con la mano izquierda en alto, repita la oración en voz alta. Prenda el papel con la llama de la vela rosada y deje que se consuma el papel en el cenicero o cuenco. Mire fijamente la llama de la vela rosada y piense en cómo la pasión vuelve a su vida.
6-Complete el ritual colocando un poco de la ceniza del papel en el vaso con agua. Beba el agua con los ojos cerrados, pensando en que recibe así su deseo. Tome el resto de la ceniza y sóplela a los cuatro puntos cardinales. Está listo. Apague las velas, siendo la última la vela rosada.
-Reynaldo Silva Salas.
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