El escocés Harvey Robertson quedó encantado con el azul profundo de las costas de Praga, en Grecia, y decidió disparar su iPhone casi sin mirar. La sorpresa llegó unos segundos después, cuando vio el resultado.
“Hice la fotografía por accidente. Yo estaba cerca de una cueva marina en una pequeña embarcación, a unos 30 kilómetros al sur de Albania, en la costa oeste de Grecia. Estaba intentando capturar el color del agua y no estaba mirando los detalles, cuando se disparó el flash. Sólo vi a la criatura al mirar después las fotografías. Imagínense mi sorpresa cuando vi a esa cosa en mis fotos”, relató Robertson a Fox News.
Según informó Infobae, la cadena norteamericana consultó a algunos expertos, que estimaron que la criatura podría tratarse de una ballena picuda como la que se ve debajo.
Pero la criatura de Robertson tiene un hocico que parece más un hipopótamo. Está claro que el ángulo y la refracción del agua podrían ser responsables de importantes distorsiones. Además, por la falta de perspectiva, no se sabe cuál es el tamaño real del animal.
Además, siempre existe la posibilidad de que la foto sea una falsificación. Con todo, ha llamado la atención de los expertos en criptozoología, una seudociencia que estudia el origen de animales de existencia no probada, como el chupacabras, piegrande o el monstruo del lago Ness.
“Si la fotografía no es un engaño, podría ser interesante, cryptozoológicamente hablando”, dijo Loren Coleman, director del Museo Internacional de Criptozoología en Portland, Maine, citado por el Huffington Post.
“Podemos estar ante la evidencia fotográfica de una nueva especie o podría ser una reconfiguración (del cuerpo de una especie conocida, como un calamar, por ejemplo)”, explicó Coleman, quién reconoció que el principal problema con este tipo de “descubrimientos” son la credibilidad de los testigos y sus fotos.
“Esta maravilla griega, por lo tanto, por ahora, debe quedar archivada en la carpeta ‘incógnitas conocidas’”, concluyó el experto.
Para la web Mysterious Universe, en tanto, la foto evoca a Ammit, el demonio femenino en la mitología egipcia con la cabeza de un cocodrilo, el cuerpo de un hipopótamo y de un león. Este demonio era conocido como el “devorador de los muertos” y el “devorador de corazones”.
(FUENTE: peru.com)
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