El Dr. Jim Tucker trabaja para la División de Estudios Perceptivos en la Universidad de Virginia (DOPS), como investigador de la reencarnación.
Tiene una base de datos de unos 2.000 casos con niños que recuerdan sus vidas pasadas. Algunos recuerdos de estos niños fueron verificados como genuinos al coincidir con los detalles de la vida de personas que ya murieron.
Tucker habló con La Gran Época acerca de su trabajo, comenzando con la terminología. En su trabajo académico, generalmente prefiere términos tales como “sobrevivir”, en vez de “reencarnar”.
“Hay muchas connotaciones relacionadas con ‘reencarnación’”, dijo Tucker. Las connotaciones religiosas no necesariamente influyen en los casos que se estudian. “La mayoría son conservadores”, dijo, y agregó “los casos proporcionan evidencias de que algunos niños tienen conocimiento de eventos que sucedieron en el pasado y su experiencia de ese conocimiento es que son recuerdos de vivencias propias”.
“La explicación más simple es que ellos realmente recuerdan una vida ya vivida”, dijo Tucker.
Preocupaciones por fraude o ¿imaginaciones vívidas de los niños?
Recientemente, hubo cierta atención en el caso de Alex Malarkey, co-autor del libro “El niño que regresó del cielo”. Malarkey en 2004 tenía aproximadamente 6 años, cuando tuvo un accidente de coche. Dijo que en ese momento estuvo en el cielo y regresó. Más tarde, sin embargo, dijo que inventó la historia y fue empujado a ampliarla por adultos entusiastas.
Tucker dijo que particularmente no estaba preocupado acerca de este suceso entre los casos que él estudiaba.
“Con nuestros casos, no tomamos nada por fe si no tenemos que hacerlo… La pregunta es, las cosas que dicen, ¿coinciden con la vida de alguien en el pasado? … En los casos más fuertes, hubiera sido imposible que los hijos o incluso que sus padres cometieran fraude, porque la información era muy difícil de obtener”.
Colegas convencionales
Tucker trabaja unos días en su oficina de DOPS, investigando la reencarnación, y otros días en psiquiatría convencional. Tucker habló de cómo sus colegas fuera de DOPS reaccionaron a su investigación sobre reencarnación.
“Bueno, es difícil decir cómo reaccionan”, dijo. “Ellos al menos son tolerantes en eso… al menos pueden decir que soy una persona seria y pensante”.
En términos de aceptación de la más amplia comunidad científica, dijo, “Francamente, ayuda estar en una reconocida universidad a la que respeta la gente. … Ven, estamos tratando de acercarnos a este trabajo en forma seria”.
Base de Datos de los casos, patrones que emergen
“Hemos estudiado 2.500 casos y tenemos esta base de datos donde codificamos 200 variables para cada uno”, dijo. “Podemos ver los patrones desde el grupo de casos, lo que no necesariamente puede verse a nivel individual”.
Ejemplo de un patrón observado por él es, hay más niños que niñas que hablan de vidas pasadas. Esto parece extraño, porque las niñas son generalmente más comunicativas a una edad más temprana. Pero Tucker piensa que pudo darse cuenta de ello.
Aproximadamente el 90% de los niños hablan de recuerdos de vidas pasadas siendo del mismo sexo. “Así que cuando decimos que más niños que niñas hablan de estos casos, estamos hablando de personalidades anteriores que fueron más varones que mujeres y… se debe a muertes no naturales donde hay más varones que mujeres”.
Cerca del 73% de las muertes no naturales, supuestamente recordadas por los niños, son de hombres. Esto corresponde con las estadísticas de Estados Unidos en que se demuestra que en un período de cinco años, el 72% de muertes no naturales en el país fueron de varones.
Marcas de nacimiento y muertes traumáticas
Muchos de los casos pendientes involucran a niños que recuerdan muertes o experiencias traumáticas de vidas pasadas. A veces los niños incluso tienen lunares que parecen coincidir con las heridas de sus vidas anteriores.
Tucker considera cómo una herida de una vida pasada podría aparecer físicamente en el cuerpo de un bebé en la vida presente y cómo la mente puede imprimir una marca en el cuerpo.
“Sabemos que imágenes específicas en la mente, a veces pueden producir marcas específicas en el cuerpo. Por ejemplo, hay lo que se llama casos de estigmas en los que alguien al orar intensamente a Jesús, desarrolla lo que parecen ser heridas como las de Jesús descritas en la Biblia.
“O hay este caso bien conocido donde un hombre recordaba un evento muy traumático en el que había sido atado. Se desarrollaron en él, lo que parecían ser marcas de cuerdas en sus brazos”.
“Si alguien tuvo una muerte traumática, entonces, si la conciencia lo recuerda, puede llevar con él la huella de esa memoria… hasta el feto en desarrollo”, dijo. La memoria podría ser la causa para que aparezcan marcas donde estuvieron las heridas.
Casos de Estados Unidos
El Dr. Ian Stevenson, predecesor de Tucker en la Universidad, hizo mucha investigación en Asia, a veces en África y en otras regiones. Tucker decidió centrarse más en los casos de Estados Unidos.
Indicó que una de las ventajas de este enfoque es que hay más registros disponibles, generalmente para su verificación en EEUU, que aquellos en los pueblos asiáticos. Otra ventaja es que la gente puede argumentar que es una creencia cultural en la que los niños fantasean con una reencarnación de vida pasada. La mayoría de los casos estadounidenses se dan lugar en familias que no tienen una creencia inicial de reencarnación.
Regresión no muy digna de confianza
Tucker no estudia casos de vidas pasadas recordadas a través de hipnosis.
“Un problema de la regresión hipnótica es que la hipnosis por sí misma es una herramienta poco fiable, incluso para los recuerdos de esta vida”, dijo. A veces la gente puede recordar cosas que ha leído o ha visto. “Es muy difícil que alguien diga si es un recuerdo, o simplemente una fantasía durante la hipnosis”.
Sin embargo, reconoció que hubo algunas excepciones, en algunos casos verificados.
¿Qué se siente al morir?
Alrededor del 20% de los niños que informan recuerdos de vidas pasadas, también hablan sobre el tiempo entre vidas. A veces hablan de flotar y ver sus cuerpos, algunos hablan de ir a otros reinos, de ser llevados donde sus padres más cercanos y una variedad de otras experiencias.
Con respecto a cómo su trabajo afecta su punto de vista en su propia mortalidad, Tucker dijo: “Me he persuadido para entender a través de los años, que parece haber algo más que sólo el mundo físico… que es este pedazo de conciencia separada… No encuentro ninguna razón para que la consciencia dependa totalmente del cerebro viviente.
Indicó: “Aún me agradaría vivir tanto como sea posible, pero albergo la esperanza de que después de mi muerte, seré capaz de tener nuevas experiencias”.
El universo está lleno de misterios que desafían nuestro conocimiento actual. En “Explorando Enigmas”, La Gran Época recoge historias sobre estos extraños fenómenos que estimulan la imaginación y la abren a impensables posibilidades.¿Son verdad? Usted decide.
(FUENTE: lagranepoca.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario