La escritora norteamericana Marisha Pessl se ha convertido con su segunda novela, Última sesión (Random House, 2015), en la autora revelación de la novela negra neoyorquina. Una historia de corte parapsicológico donde el ocultismo, la cinematografía y la muerte se aúnan para aterrorizar al lector ávido de emociones fuertes. El protagonista es Scott MacGrafth, un periodista que cinco años atrás arruinó su carrera al acusar de abuso y asesinato de niños a un director de películas de terror llamado Stanislas Cordova, que vive oculto desde hace décadas y que además cuenta con tantos seguidores como detractores. La carencia final de pruebas sólidas que sustentasen tales acusaciones terminó cerrando muchas puertas al periodista. Satanismo, pedofilia, homicidios y un sinfín de ilegalidades recubren la leyenda de un hombre que vive encerrado en su mansión de las afueras de Nueva York; sus películas de culto están prohibidas en el circuito comercial y solo pueden ser visionadas en proyecciones clandestinas.
«Independientemente de tu opinión sobre Cordova, tanto si te obsesiona su obra como si te deja indiferente, él está ahí para llevarte la contraria. Es una grieta, un agujero negro, un peligro indefinido, un implacable estallido de lo oculto en un mundo exhibicionista».
Hoy, cuando MacGrafth ya es un hombre alcohólico y divorciado, la hija de Cordova aparece muerta en el montacargas de un almacén abandonado. El periodista, incapaz de creerse el parte policial que apunta hacia el suicidio, y con unas enormes ganas de descubrir la verdad sobre el cineasta que le arruinó la vida, decide iniciar una investigación por su cuenta y riesgo en torno a la muerte de la joven Ashley Cordova. La obsesión de MacGrafth con el cineasta sumergirá al investigador en un mundo profundamente hipnótico y siniestro. Contará con la ayuda de dos personas que estuvieron en contacto con la fallecida: Nora, que fue la última en verla con vida, y Hopper, un delincuente de poca monta que mantuvo una relación amorosa con Ashley. Documentos, pistas, fotografías u ocultas páginas web que se incorporan al texto y que permitirán al grupo recorrer los lugares que la joven muerta visitó durante sus últimos días de vida.
«Era una muñeca de plástico. Le faltaba un ojo, estaba medio calva y chorreaba agua ennegrecida, pero aun así sonreía con cara de loca; tenía las mejillas hinchadas y el poco pelo rubio que le quedaba, lleno de hojas».
Pessl construye una novela que, además de reflexionar sobre el malditismo, la genialidad y el arte, acerca al lector al lado oscuro de la magia. Última sesión va mucho más allá del thriller psicológico para adentrarse en lugares inexplorados donde el suspense, la claustrofobia o la locura conviven con personajes torturados y enfermizos. Con este libro la autora pasa a formar parte de la reducida nómina de escritores que orientan su obra hacia la novela negra esotérica para adentrarse en el lado más oscuro del alma humana. En ella un conjunto de documentos gráficos pondrá al lector en el lugar del detective –narrador y al mismo tiempo protagonista– para conducirle hasta el más profundo terror paranormal, hasta un espacio donde nada es controlable y el miedo lo inunda todo.
Marisha Pessl creció en Asheville, en Carolina del Norte, y ahora vive en Nueva York. Su primera novela, Special Topcs in Calamity Physics, fue un bestseller en Estados Unidos, premiado en 2006 con el John Sargent Sr. First Novel Prize, e incluido en la lista de los 10 mejores libros del año por The New York Times Book Review. Última sesión es su segunda novela.
(FUENTE: culturamas.es)
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