A diferencia de épocas pasadas, actualmente las relaciones amorosas se caracterizan por una duración más bien breve.
Impresión que un equipo multinacional de investigadores ha confirmado luego de estudiar por 15 años a 1761 matrimonios.
Este extensivo estudio evaluó la multitud de parámetros que determinan la existencia del amor entre dos personas, desde la pasión sexual hasta la “adaptación hedónica”, las razones por las cuales dos personas se unen en un compromiso.
El boost de la felicidad que se detona con el matrimonio, dura en promedio solo un par de años, después de lo cual cada miembro de la pareja vuelve a ser tan feliz como lo era antes.
El estudio también encontró que la excitación del periodo de luna de miel vuelve luego de entre 18 y 20 años, cuando los hijos comienzan a salir del hogar familiar: la libertad recuperada se convierte en un redescubrimiento del ser amado.
Hay razones evolutivas y prácticas por las cuales el amor no puede mantenerse vehemente por tanto tiempo, pues la obsesión llegaría a niveles patológicos que nos impedirían realizar las otras tareas de nuestra cotidianeidad.
Curiosamente, el estado del enamoramiento guarda una enorme semejanza, psicológicamente, con la adicción y el narcisismo, entre estas la circunstancia de que si no se detiene, termina por generar amplios daños.
Por otro lado, la diferencia entre la manera en que un hombre y una mujer conciben el sexo dentro de una relación, obedece a que la idea de sexo apasionado en las mujeres depende mucho más que en los hombre de la idea de novedad.
(FUENTE: peru.com)
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