El Hernando Siles de La Paz, Bolivia, está rodeado de la mística que significa ser el estadio situado a mayor altura sobre el nivel del mar en el mundo, a 3.604 metros, a lo que se lo suma, como miles de paceños y ciudadanos boliviano residentes en Argentina lo admiten, ser un reservorio extraordinario de sucesos paranormales que experimentan futbolistas, árbitros, hinchas y personal administrativo.
Al parecer la razón asignada a los distintos acontecimientos que suelen helar la sangre de los testigos ocasionales de las diversas anomalías residiría en lo profundo de la tierra de donde se asienta la monumental construcción levantada en 1931 y que fue remodelada 46 años más tarde: en ese predio todavía estarían sepultados restos humanos de antiguos pobladores de la zona.
Una de las versiones y que para los asistentes habituales al estadio Siles cobra más firmeza es la que fue construido sobre un viejo enterratorio de una comunidad aborigen aunque para a otras fuentes se apoyan en otro de dato de perfil aún más macabro derivado de las viejas lecherías que allí estuvieron instalada hasta la tercera década del Siglo XX.
La referencia histórica apunta a que en el lugar, que a principios de 1900 era un área rural, las familias de los humildes lecheros tomaban la decisión de enterrar a sus muertos en terrenos baldíos, sin que hubieran destinado un cementerio o enterratorio para ese menester comunitario.
Es cierto que para la construcción del estadio y el desarrollo de lo que hoy es el barrio Miraflores, las entonces autoridades municipales de La Paz realizaron diversas excavaciones que motivaron la exhumación de restos tanto de los aborígenes como de los trabajadores de las lecherías. El problema sería, aparentemente, que no todos los despojos humanos fueron desenterrados.
Selección paranormal
Lo que tienen en claro aquellos que han vivenciado algunas de las manifestaciones paranormales es que lo que ocurre en el estadio con capacidad para 42 mil espectadores lejos está de encuadrar en la leyenda urbana, y validan esas expresiones con ejemplos concretos de las cosas que allí ocurren.
Por ejemplo es común que los utileros no le encuentren explicación a los cambios de ubicación de botines y camisetas que se dan con los vestuarios vacíos. Ni que decir de los árbitros que “tocaron pito” para que alguien les diga la razón de los aullidos que se perciben en los cambiadores de los referís.
En ocasión de un encuentro por la Copa Libertadores entre el local Bolívar y el América de México, a minutos de terminar el primer tiempo se dispararon los aspersores de riego automático del césped. Lo increíble es que el operador del sistema estaba al lado del tablero de comando y jura que nadie accionó llave alguna.
Los hechos paranormales se replican y hasta hay quienes afirman que en las propias tribunas pasan situaciones anómalas aunque en el corazón del estadio, donde están ubicadas las oficinas administrativas del Hernando Siles, los fenómenos también tienen su espacio. Es que los vigiladores cuentan que alguna que otra madrugada, con el lugar vacío, escuchan atribulados el tableteo de viejas máquinas de escribir que hace años que no están.
Vieron niños fantasma y sombras en las tribunas
Un caso impresionante ocurrió en el Hernando Siles el 25 de julio de 1993, cuando el seleccionado boliviano le ganó por la eliminatorias al Mundial 1994 2 a 0 a su par de Brasil. Al término del partido, el administrador de la cancha le pidió que hiciera salir a una quincena de niños que correteaban por el campo de juego. Cuando el empleado fue y encaró a los chicos, uno a uno fueron desapareciendo ante su mirada, sumiéndolo en un shock. En 2014, en un match entre Bolívar y Defensor de Uruguay, un video registró una sombra corriendo por la tribuna lateral. Hasta hoy el misterio es un enigma.
(FUENTE: diariopopular.com.ar)
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