Las redes sociales no son únicamente el sitio donde los adolescentes pueden compartir selfies en Instagram o Snapchat sino que también son el sitio donde los profesionales más reputados pueden compartir fotos sugestivas en Tinder o donde por lo menos 3 veces al días comparamos nuestras vidas personales y profesionales en Facebook con cientos de personas a las que llamamos amigos aunque no lo sean.
Está tan extendido el uso de las redes sociales que, cuando nos encontramos con alguien que no las usa, nos parece sospechoso. "Debe tener algo que ocultar" o "Le deben haber encontrado algo", pensamos.
Nos resulta imposible de creer que se trate simplemente de una persona que no utiliza la redes sociales por voluntad propia. En lugar de eso, cuando conocemos a alguien que no tiene vida pública en las redes sociales, dejamos volar nuestra imaginación y pensamos que se trata de una personas casada con 5 hijos, que nos está dando un nombre falso y que se trata de un depravado sexual.
Esto no quiere decir, por supuesto, que las redes sociales no jueguen un rol importante en nuestra vidas. Las redes sociales, por ejemplo, son excelente para reencontrarse con alguien a quien no veíamos en mucho tiempo o incluso para encontrar una pareja ocasional. Sin embargo, no parecen ser el medio para establecer relaciones con un significado mayor y de largo plazo. Las investigaciones que se han realizado sobre las redes sociales han encontrado que estas nos terminan haciendo sentir más solos, incluso a pesar de tener más de mil "amigos" en ellas. También los estudios han encontrado que las redes sociales tienen un efecto desestabilizador sobre las relaciones de pareja, no solo por la posibilidad de que se descubran ciertas infidelidades, sino también porque 1 de cada tres personas que utilizan las redes sociales señalan que estarían considerando dejar a sus actuales parejas.
En gran medida, el crecimiento del uso de las redes sociales ha sido tan vertiginoso por la cada vez mayor penetración de dispositivos móviles. La dependencia a estos gadgets tecnológicos es tal que muchos de nosotros los utilizamos incluso antes de lavarnos los dientes por las mañanas. Valdría la pena pensar, sin embargo, hasta dónde queremos llegar con este tipo de hábitos.
Una señal de alerta es que una de cada cinco personas ya señala que sería capaz de dejar de tener sexo antes de separarse de su teléfono móvil. ¿Puedes creerlo? Si esta no es suficiente razón para hacerte reflexionar, difícilmente otra cosa pueda hacerlo. En cualquier caso, la próxima vez que conozcas a una persona que no utilice las redes sociales, no la juzgues. Piensa que podría tratarse de alguien que simplemente anda en busca de relaciones de verdad.
(FUENTE: proexpansión.com)
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