¿Por qué somos celosos?

Los celos constituyen un sentimiento natural que experimentan las personas. Se producen como consecuencia de un desequilibrio en la parte frontal de nuestro cerebro y de presentarse en exceso, suelen desencadenar conductas agresivas, según comprobaron científicos de la Universidad de Pisa.

Dichos investigadores analizaron a un grupo de pacientes con esquizofrenia, alcoholismo y Parkinson, enfermedades que pueden comenzar a manifestarse a través de los celos agresivos, y pudieron comprobar que los mismos son desencadenados por alteraciones en la región de nuestro cerebro donde suceden complejos procesos cognitivos y afectivos.

Sucede que una persona que experimenta un cuadro de delirio celotípico o el síndrome de Otelo, como también se lo denomina, pueden experimentar una conducta agresiva tal que lo puede llevar a acosar a otro, al suicidio y hasta el asesinato, según el estudio consignado en el portal Nuevo Ojo.

Pero, ¿qué es lo que desencadena los celos en unas personas y por qué no provoca la misma reacción en todos los seres humanos?

En otra investigación realizada por la Universidad de Palermo de Argentina, la de Groningen de Holanda y la Universiat de Valencia en España comprobaron que existen ciertas características que suelen tener quienes desencadenan los celos.

Los colaboradores holandeses observaron que el atractivo físico, la dominación social, la física, el estatus sociales y las conductas seductoras son las que desencadenan esas reacciones.

Luego, decidieron comprobar si dichas características también eran visibles en países latinoamericanos pudiendo comprobar que en Buenos Aires como en Valencia, lo que definía a los rivales que desencadenaban los celos obedecía a características psicológicas y físicas. En el primer caso, se encontraba el poder y la dominancia social y características comunales y, en el segundo, la dominancia física y el atractivo.

El estudio les permitió concluir que aunque hay características comunes en las personas que despiertan los celos de otras, hay otras que varían dependiendo de la cultura, según consignó el portal de la Universidad de Palermo.

(FUENTE: noticias.universia.es)