Pauline tiene 27 años y está intentando abandonar lo que ella llama pequeñas adicciones. Quiere dejar de fumar y de comer entre horas. Para conseguirlo ha decidido probar con la hipnosis.
Un médico le acompaña en su viaje hacia el inconsciente. El tabaco está simbolizado por un rotulador, que durante la sesión, Pauline acaba soltando sin siquiera darse cuenta.
Quince días después, asegura que su fuerza de voluntad ha salido reforzada. La hipnosis funciona en el 35% de los paicentes que se proponen dejar de fumar, pero tiene que ser supervisada por un médico.
En el hospital St Joseph de París, van un poco más lejos y uitlizan la hipnosis incluso en el quirófano, complementando la anestesia local.
“Ayuda mucho”, asegura el doctor Samy Anidjar. “El paciente pierde el miedo, se tranquiliza, no se mueve tanto y deja de sentir tantas moletias. Nos ayuda mucho durante la intervención. Da la impresión de que el paciente está bajo los efectos de una anestesia general”.
La hipnosis no es nada nuevo. De hecho, hace años que se utiliza por sus efectos benéficos, pero sus aplicaciones eran muy limitadas. Hoy en día se emplea incluso en el dentista. El futuro es más que prometedor.
(FUENTE: es.euronews.com)
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