Llueve sobre mojado para Tom Cruise. Su relación con la Cienciología ha acaparado mil y un titulares, pero ninguno tan escabroso como el que ya ha avanzado la revista de élite «New Yorker». En su próxima edición se da cuenta de que la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) lleva a cabo una investigación sobre supuestas prácticas de esclavitud y abuso laboral en las que podría estar implicado Tom Cruise.
Quien ha abierto la caja de los truenos ha sido el cineasta Paul Haggis, cuyo testimonio es la principal fuente de la revista neoyorquina para armar este reportaje de 26 páginas.
Por 50 dólares a la semana
Haggis, famoso por dirigir y escribir la película «Crash» (2004), había evitado hablar con los medios de comunicación de su salida de la Cienciología. Pero, finalmente, ha decidido contarle su historia al periodista Lawrence Wright, encargado de escribir el artículo donde se detallan los supuestos abusos físicos y psicológicos del jefe de la Cienciología David Miscavige, padrino de la boda de Tom Cruise con Katie Holmes. En un ejemplo expuesto en la revista se apunta que el actor de «Top Gun» ordenó a varias personas reformar una oficina en California, dos motocicletas y un automóvil por 50 dólares a la semana.
A pesar de todas las supuestas irregularidades y abusos que presenció Haggis durante los 34 años que formó parte de este grupo, fue el apoyo de la Cienciología a la Proposición 8 de California, en contra del matrimonio gay, lo que conllevó su salida. El cineasta, que tiene dos hijas lesbianas, era uno de los hombres fuertes tanto de la Cienciología como en Hollywood.
Haggis, además, relata los supuestos casos de maltrato y abuso psicológico a las personas que quieren abandonar esta asociación. También, su posible confinamiento para «reeducarlos» en unos campos durante años, donde trabajan sin retribución o por unos pocos dólares a la semana. Además, cuenta que una congregación de la Cienciología coordina trabajos para niños de diez y doce años, cuyas condiciones le recuerdan a lo que ha visto en Haití, donde ha creado una escuela.
«Los ojos de un apóstata»
Por su parte, los portavoces de la Cienciología no han tardado en negar todas las acusaciones expuestas en el artículo, y aseguran que no están al tanto de la investigación del FBI. «Es desafortunado que “The New Yorker” haya elegido presentar la Cienciología a sus lectores (tiene más de un millón y medio) a través de los ojos de un apóstata, alguien que los estudios religiosos definen unánimente como poco fidedigno», señalaron dichos representantes en relación a Paul Haggis.
La futura publicación del reportaje promete dar mucho de sí. Al igual que ocurriera cuando la mujer de Cruise, Katie Holmes, iba a dar a luz a su hija Suri y se reveló que iba a seguir la práctica del «parto silencioso». Cientos de artículos inundaron la prensa del corazón en Estados Unidos. Y es que el supuesto choque entre el catolicismo de Holmes y el sentimiento cienciológico de Cruise, siempre ha sido una buena excusa para justificar titulares de problemas entre los «TomKat», independientemente de que sean ciertos o no.
(FUENTE: larazon.es)
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