Jayanca, un pueblito situado a hora y media al este de Chiclayo, lugar en donde los pobladores son declarados creyentes de los fenómenos paranormales, la casa en cuestión lugar de los sucesos, queda ubicada en la calle Elías Aguirre 148 - Jayanca, en la Región Lambayeque.
Lo primero que aseguran fue que vieron moverse por sí solos algunos objetos de uso personal, una botella de alcohol y un paquete de algodón como si alguien los trasladara.
Enseguida llamaron al Sr. Toribio Acosta, el vecino más antiguo de la zona, quien decidió permanecer en la vivienda para comprobar lo relatado. Bastó solo veinte minutos para que el Sr. Acosta reafirme que hechos inusuales ocurrían en la vivienda. Sorprendido comprobó que el sobrino de la familia Montes Garcia, Víctor García Sánchez, adolescente de 14 años, se había convertido en el blanco preferido de la extraña fuerza que no se cansaba de lanzarle objetos. Incluso cerca de la medianoche el menor despertó porque sintió que alguien lo tomaba del brazo.
A partir de allí una misteriosa fuerza se desencadenaría, como lo cuentó Maria Garcia: "Y en la noche ya se agravó la cosa, hubo apagón, comenzó a tirarnos los limones, nos tiraba con lo que encontraba, entonces de la cocina, ya nos hemos venido para el cuarto, pensando que ya no nos iba a seguir, a mi papá también lo atacó tirándole limones y una serie de cosas, de un estante que tenemos nos tiró una muñeca, de allí comenzaron a volar medias, unos shorts y una serie de objetos. Parecía algo diabólico. Nosotros no veíamos nada, solamente los objetos, ninguna persona, ninguna sombra,... sólo piedras, zapatos, limones y otros objetos que iban de un lado a otro, estrellándose contra mis hijos, mi sobrino y mi padre que esta postrado en una cama".
Los aterrorizados inquilinos se vieron obligados a llamar a la policía. Precisamente el técnico de segunda PNP Mario Hoyos y dos efectivos más fueron al día siguiente, el lunes 13 de Diciembre. La fuerza desconocida seguía arrojando hacia la sala y cocina limones, piedras pequeñas y hasta una llave metálica de quince centímetros. Si bien el fenómeno comenzó a registrarse durante la noche, ahora lo hacia a cualquier hora del día y a vista y paciencia de quien se encontrara presente.Los efectivos policiales también pudieron comprobar hechos insólitos, los que nunca tuvieron explicación, el efectivo que hizo el parte policial bosquejó lo que ellos pudieron comprobar: "Uno de mis colegas de apellido Ramos cometió el error de hablar en voz alta y retar al fenómeno, que en respuesta le lanzó una papa y algunas pepas de ciruela. Yo sentí que me sacaban la billetera"-, delcaró uno de ellos.
El gobernador Luis Samanéz, que llegó junto con la policía también fue atacado por la misteriosa fuerza: "fueron atacados con piedras y objetos que volaban por el aire, pero sin ver a nadie", informó la señora. Lo siguiente que hizo la familia fue llamar al sacerdote para bendecir la vivienda. Sin embargo este se disculpó alegando que tenía muchos compromisos pendientes y que no podía asistir. A la insistencia de los vecinos para que acuda el párroco de la zona, este se negó aduciendo que el hecho no tenía relación con los principios doctrinales de la Iglesia (?)
El Médico José Silva, jefe de la unidad médica de Jayanca, quien también se hizo presente en la vivienda comprobó como muchos el movimiento de objetos, narrando también sus experiencias: "ya me iba y no había nadie arriba, revise debajo de las camas, al momento que yo estaba bajando, escuche un impacto de nuevo, arriba hay un ropero, cuando subimos de vuelta había un desarmador. Me lanzaron un desarmador y después fue un lapicero. Eso es lo único que pude constatar, después, objetos que yo haya visto volar no, pero si escuché un impacto y vi objetos que no estaban en su sitio, se habían movido".
No fue solución desocupar el segundo piso, donde se encontraban los cuartos y venir a dormir a la sala en el primer piso, ya que los objetos bajaban desde la segunda planta y aterrizaban sobre las cabezas de los inquilinos, así que decidieron mudarse a la casa de un familiar hasta que el fenómeno desaparezca. Acto seguido los vecinos echaron azúcar y sal en la casa, porque se cree que de esa manera podían espantar los fantasmas.
Llegan la prensa, los brujos y la iglesia Catolica
Los extraños sucesos se difundieron horas después en todo Chiclayo. Hablaban de duendes, de seres sin cabeza, de monedas que arrojan desde el techo de la vivienda. Un equipo de 24 horas de Panamericana TV, El Comercio en Lima, RPP, AFP y Prensa en general de Chiclayo viajó hasta la casa de Jayanca para comprobar los hechos. Allí los reporteros también fueron testigos del extraño fenómeno, luego de que el miércoles 15 de Diciembre, a uno de ellos, un reportero gráfico de un diario local fuera impactado con una pepa de ciruela cerca del ojo derecho y otro casi recibe un golpe con un trozo de yuca.
Y como es costumbre cada vez que sucede algo paranormal, los chamanes de diversas zonas se congregaron para realizar una limpieza. Habían ofrecido "limpiar" la vivienda y "alejar al fantasma para que descanse en paz". Tal es así que el mismo 15 de Diciembre un curandero intentó ingresar a la vivienda para realizar sus rituales, pero sus inquilinos lo obligaron a retirarse. Lo que exigían los inquilinos era al representante de la iglesia Católica. Ante la insistencia de los pobladores del distrito de Jayanca, el Miércoles 15 de Diciembre el sacerdote Orestes Millán aceptó realizar una ceremonia para alejar el extraño fenómeno. El religioso esparció agua bendita por toda la casa, especialmente en la sala y la cocina.
El caso llego hasta el Padre José Manuel, Vicario General de la Diócesis de Chiclayo, que aseguró en entrevista, que mientras se tenga fe en Dios, ningún aparecido, duende o fantasma, podrá contra el hombre, recomendando a la familia Montes Garcia mucha oración, fe y entrega a Dios.
¿Duendes, espíritus o poltergeist?
Según se cuenta en el pueblo, estos extraños sucesos no eran los primeros registrados en aquella cas: algunos vecinos afirman que un policía y su hija, tuvieron que mudarse porque sintieron que “alguien” movía objetos. No precisan el detalle del lugar ni la fecha de ocurrido el anterior caso.
Los hechos no son muy claros al respecto: por un lado algunas versiones informan que en la casa falleció una mujer y desde ese momento "penan en la casa", sin embargo, otros sostienen que en esa vivienda se hacían practicas abortivas y por eso penan en la casa. Otros manifiestan por su parte,que se trata de un alma que no encuentra descanso y otros que un duende travieso está haciendo de las suyas.
Hay otro grupo de moradores que culparon a los obreros de una empresa dedicadas a cavar zanjas para establecer el servicio de alcantarillado. Ellos pusieron al descubierto una osamenta sin cabeza presuntamente de una dama, mientras excavaban una zanja para el desague, y dicha osamenta fue dejada allí tapada con unos plásticos. Según aducen la interrupción del sueño eterno de esta supuesta "momia" habría provocado la aparición de los fantasmas en la casa ubicada a solo tres cuadras de distancia.
Finalmente, ya si la visita de hombres de la iglesia surtió efecto o no, los extraños sucesos desaparecieron una vez que los inquilinos abandonaron definitivamente la casa, pero ¿provocaron aquellas manifestaciones duendes, fantasmas, o un no resuelto caso de fenomenología Poltergesit?, nunca lo sabremos y si algo quedó todo esto, es que la humilde vivienda quedo bautizada para siempre como "la casa embrujada de Jayanca".
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