Resurrection Mary es tal vez la leyenda más popular entre los cuentos de fantasmas de Chicago. Desde los años treintas cuentan que una jovencita se aparece sobre la avenida Archer en el suburbio de Justice. El alma en pena pide a un inocente conductor ser llevada hasta su casa y al parar justo en las puertas del Cementerio Resurrection la señorita sin tocar siquiera el suelo, flota entre las rejas del lugar y se desvanece ante la atónita mirada de los ocupantes del auto.
Por más raro que parezca, después de la renovación de la susodicha avenida allá por los años ochentas el popular fantasma dejó de aparecerse por mucho tiempo. Sin duda la misma leyenda es común en diversas partes del mundo, cientos de camioneros y taxistas juran haber llevado como pasajero a una solitaria dama que luego de una amena plática o un largo silencio se desaparece del asiento trasero.
El Bebé del Infierno es otra leyenda muy popular de la ciudad de los vientos. Cuenta la historia que una mujer muy devota al catolicismo contrajo nupcias con un aferrado ateo el cual la golpeó cuando ella intentó colgar una imagen de la Virgen María. El ofendido marido gritó que prefería tener al mismo demonio en su casa que a una imagen católica.
Así nació la maldición para el matrimonio que al recibir a su primer hijo este nació con cuernos y cola de demonio y que antes de ser bautizado atacó al sacerdote. Los padres del niño de Satanás decidieron encerrarlo de por vida en el 800 al sur de la calle Halsted en la famosa Hull House.
Hay quienes aseguran que dicho engendro en verdad existió, no en la forma de un ser infernal sino como un pobre niño con severos defectos físicos de nacimiento cuyos padres lo ocultaron por vergüenza. En la actualidad se puede visitar dicho lugar ya que logró convertirse en patrimonio histórico de Chicago.
(Colaboración de: Carl- USA)
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