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domingo, 18 de octubre de 2009

Las apariciones del fantasma de Abraham Lincoln


Las famosas apariciones del fantasma de Abraham Lincoln es ya un suceso realmente extendido y tan conocido que ha sido recogido en diferentes publicaciones. Entre ellas en el libro Ghosts and Haunts of the Civil War, de Christopher K. Coleman, y donde despejan algunos datos interesantes sobre este tema.

Pues lo que está claro es que el espíritu de Lincoln no descansa en paz. Su principal campo de actuación es la Casa Blanca. El presidente Theodore Roosevelt y la esposa del presidente Calvin Coolidge dijeron haber tenido allí un encuentro con el espectro de Lincoln.

El presidente Franklin D. Roosevelt y su esposa Eleanor confesaron haber tenido algún inesperado encuentro con él en diferentes habitaciones y salas de la Casa Blanca.

Una de las sirvientas de los Roosevelt, Mary Evan, salió gritando del denominado dormitorio Lincoln cuando vio la figura de un hombre alto sentado en la cama y poniéndose unas botas.

El sucesor de Roosevelt, Harry Truman, no estaba seguro de que el fantasma de Lincoln habitase allí, pero sí estaba convencido de que la Casa Blanca estaba encantada. En una ocasión, se despertó al oir dos fuertes golpes en la puerta de su habitación; cuando abrió no vio a nadie, pero escuchó unos pasos que se alejaban. De todos modos, Truman aseguró no sentir ningún temor, pues –según dijo- le preocupaban mucho más los problemas que le causaban los vivos...

El presidente Dwight D. Eisenhower tampoco vio al fantasma de Lincoln, pero afirmó haber notado su inquietante presencia. Lo mismo había sentido Winston Churchill cuando visitó la Casa Blanca en 1941; se le asignó el dormitorio Lincoln, pero la noche no fue muy apacible, pues notó la incómoda presencia de su antiguo ocupante. Para garantizarse un buen descanso, al día siguiente Churchill pidió que trasladasen la cama a otra alcoba.

De todos modos, el testigo que sin duda peor lo pasó fue la reina Guillermina de Holanda, que durante la Segunda Guerra Mundial estuvo invitada unos días en la Casa Blanca. La monarca neerlandesa en el exilio estaba durmiendo en la llamada habitación rosa cuando unos golpes en la puerta la despertaron; al abrir, se topó con el inconfundible espectro de Lincoln, desmayándose en ese mismo momento.

Lincoln no volvería a aparecerse en la Casa Blanca hasta los años ochenta, durante la presidencia de Ronald Reagan. Su hija Maureen estaba durmiendo con su marido en el dormitorio Lincoln cuando supuestamente vio el espectro del presidente caminar por la habitación. Reagan dijo no haberlo visto durante los ocho años que vivió en la Casa Blanca, pero es posible que su perro Rex sí que pudiera verlo, pues de repente comenzaba a ladrar furiosamente al vacío como si tuviera delante un intruso.

Curiosamente, Rex ladraba también cuando pasaba ante la puerta del dormitorio Lincoln, pero no se atrevía a entrar en él, y se resistía con todas sus fuerzas cuando su dueño trataba de que entrase en la habitación.

Reagan, al igual que Truman, tampoco sentía ningún temor por la presencia del fantasma. En una visita de unos escolares a la Casa Blanca en 1887, en el día del aniversario del nacimiento de Lincoln, Reagan respondió a la pregunta de un niño sobre si tenía miedo del espectro diciendo que "sería maravilloso tener un encuentro con él, y probablemente muy útil".

Pero la actividad de Lincoln no se ha limitado a vagar por la Casa Blanca. También ha sido visto en Fort Monroe, en una habitación en la que una vez se alojó, así como en su casa de Springfield, hoy convertida en museo.

En este último caso, la figura del presidente ha aparecido en ocasiones acompañada de la de un niño, que los testigos han identificado como su hijo Willie, por el que su padre sentía un afecto especial. El personal del museo está seguro de que algo extraño sucede en la casa, pues a veces sienten que alguien les toca el hombro para descubrir, al girarse que no hay nadie. Los vigilantes afirman también que la mecedora de Lincoln suele balancearse por sí misma.

Como no podía ser de otro modo, la tumba de Lincoln en Oak Ridge también ha sido escenario de frecuentes apariciones. Es habitual que los visitantes digan haber escuchado profundos suspiros o ruido de pasos cerca de donde reposa el cuerpo del presidente, pero es a medianoche cuando es más fácil tener un encuentro con el fantasma, pues algunos de los que han visitado el lugar a esa hora aseguran haberlo visto entre las sombras.

Además de este repertorio de apariciones en vivo, el espectro de Lincoln ha hecho alguna incursión en el mundo de la fotografía. Abajo podemos ver un famoso retrato de su viuda, Mary Todd, tomado en 1872, en el que la figura fantasmal de su marido aparece tras ella, abrazándola por los hombros en un cálido gesto protector.


En este caso, es muy probable que se trate de un fraude, no tanto por el montaje fotográfico que se aprecia, sino por esa poco probable actitud afectiva de Lincoln después de muerto hacia la mujer que tanto le atormentó en vida, a no ser que lo que pretendía fuera estrangularla...

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