En el entretecho de una casa donde hasta hace unos años funcionó la Casa Taller Azul, vinculada a un grupo de artistas de la ciudad, fueron encontradas osamentas humanas y de animales dentro de una caja.
Los restos óseos fueron avistados por una persona interesada en adquirir el antiguo inmueble ubicado en la Avenida Palermo de Chillán, mientras realizaba una inspección que por alguna razón llegó más allá de lo que se podría esperar.
La vivienda, que ha tenido diversos dueños en el transcurso del tiempo, está avaluada en unos 53 millones de pesos, dado que tiene una superficie construida de unos 400 metros cuadrados en una superficie de 1.200 metros cuadrados, pero su valor comercial llegaría a los 70 millones aproximadamente.
El potencial comprador del inmueble encontró al interior de una caja tres cráneos humanos, además de huesos cuya data sería muy antigua, señaló el jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI, José Luis Becerra.
Los restos, fueron derivados a Concepción donde se realizarían las evaluaciones para conocer eventualmente la antigüedad, según las pericias que ordenó el fiscal Juan Rohr.
RITUALES
La policía, no obstante, descarta que se trate de vestigios de asesinatos rituales, sino que más bien se piensa que los cráneos habrían sido retirados desde algún cementerio. Becerra, manifestó que llama la atención que en diversas partes de la residencia se encontraron símbolos vinculados a prácticas esotéricas o de corte satánica, cuyo origen se desconoce.
Uno de los antiguos residentes de la vivienda, el pintor Luis Arias, manifestó que “en el tiempo que permanecimos en el taller jamás escuchamos nada extraño, no vimos auras ni nada que se le pareciera”.
Lo cierto es que vecinos señalan que luego de que la casa quedara deshabitada, durante las noches llegaban grupos vestidos de negro quienes habrían realizado rituales de corte esotérico, que incluyen cruces invertidas.
Justamente por ello, la actual corredora de propiedades, María Graciela Fuentes, decidió incorporar una serie de medidas de seguridad con el fin de evitar que ingresaran desconocidos a la residencia en venta.
La Policía de Investigaciones debe además de determinar la antigüedad, tratar de dar con el paradero de las personas que habitaron el inmueble y además de aquellos que pudieron haber participado en los ritos.
Según los antecedentes que fueron recogidos por los investigadores, el último arrendatario de la casa habría dejado el lugar el año 2004.
El historiador Fabián Irribarra, señaló que los ritos responderían a sectas satánicas que cada cierto tiempo se dejan ver en la zona. Recordó que en La Conquista, en Chillán se realizaron juicios por hechicería y eran muy conocidas las Cuevas de Quilmo, ubicadas en Chillán Viejo, donde se realizaban toda suerte de ritos.
(FUENTE: diarioladiscusion.cl)
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