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viernes, 3 de abril de 2009

La fortaleza del Real Felipe



Construida durante el virreynato, la Fortaleza del Real Felipe, sito en El Callao, no solamente es una de las edificaciones más antiguas del puerto, sino también una de las más embrujadas. Se inició su construcción en 1747, durante el gobierno del virrey Manso de Velazco, Conde de Superunda, y en su dilatada historia ha cumplido diversas funciones: concebida para frenar ataques de corsarios y piratas, ha sido también aduana, prisión política, cuartel general de la Marina deGuerra del Perú y finalmente, desde 1952, sede del Museo del Ejército Peruano.


Conocido durante el virreynato como “Los Castillos del Real Felipe”, se le cambió el nombre a “Castillos de la Independencia”, al declararse la independencia, pero al poco tiempo se retomó su antiguo nombre. El Real Felipe ha rechazado en su dilatada historia, decenas de ataques y ha sido sitiado en dos ocasiones, pero jamás ha sido tomada por asalto exitosamente. Sus cinco baluartes, conocidos como “Del Rey”, “De la Reyna”, “San Felipe”, “San Carlos” y “San José”, así como sus murallas, han visto pasar la historia, frente a sus viejas piedras, y al parecer más de un residente (voluntarios o no), han decidido morar por siempre en sus oscuros pasillos.


El fantasma de “La Reyna

Es la de las aparición más conocidas de la fortaleza: ha sido vista centenares de veces, alo largo de la historia. Los testigos han sido marinos y soldados de diferentes rangos y en diferentes épocas, convirtiéndose en casi una tradición entre los militares peruanos, que hayan sido destacados al Real Felipe en alguna ocasión: en la tradición de los hombres de armas, se le conoce –al fantasma-, como “la Reyna”; se dice que es una mujer ataviada con vestimenta del siglo XVIII, y que aparece todas las noches en las escaleras y calabozos de dicho baluarte. También se le ha reportado apareciendo en los cuartos la tropa, en los balcones y torreones de la fortaleza, según se dice, esperando por un militar, su amado, muerto en batalla y que jamás volvió.


Dicha aparición fantasmal es temida y evitada por todo militar de guardia en los castillos (pasados y presentes), por otro hecho macabro: los uniformados aseguran que el fantasma vaga esperando la oportunidad de poder llevarse a algún soldado con ella. Muchas veces los soldados en guarida se han lanzado de los balcones y torreones al verla, espantados del terror; estos luctuosos hechos son conocidos por el personal militar que ha servido en el pasado en el Real Felipe,…. pero el ejército guarda absoluta reserva sobre dichos sucesos.


La desconocida mujer fantasma, al parecer sería una de las muchas mujeres de familia realista que, en medio de las guerras de Independencia, buscó refugio en el Real Felipe durante el sitio patriota al mismo, tras la sublevación de El Callao de 1824, en la cual el Brigadier español José Ramón Rodil y Campillo resistió un asedio de casi dos años. Para el momento de la capitulación, el 90% de civiles y militares españoles dentro de la fortaleza, habían muerto, víctimas de la peste.


Pero el baluarte “de la Reyna” no es el único lugar embrujado del Real Felipe: en la parte baja del baluarte “San Carlos”, se contruyeron cuatro “casamatas”, las cuales pasaron a ser, primero almacenes y luego, prisiones: dichos ambientes, así como los calabozos existentes en cada torreón del Real Felipe, son los lugares que todo guardián, pasado y presente, ha preferido y prefiere no visitar de noche: se asegura que se escuchan unos gritos desgarradores de personas, que alguna vez estuvieron ahí, pero que dejaron de estar vivos hace mucho, mucho tiempo: realmente escalofriante.

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