Recluidos desde hace un mes en un templo evangélico de un céntrico barrio de La Habana, 62 personas esperan que la ira de Dios desate un cataclismo sobre la “Cuba pecadora”, en una inusual expresión de fanatismo religioso que puso en guardia al gobierno.
El grupo, que incluye 19 niños y cuatro embarazadas, entró el 21 de agosto en “retiro espiritual” con su pastor Braulio Herrera, a quien la Iglesia Pentecostal quitó las credenciales por “desviación teológica”, y acusó ante los tribunales por ocupación “ilegítima” del edificio.
“Dios nos dice que aborrece el pecado de esta nación. En Cuba el espiritismo es fuerte, la homosexualidad, el divorcio. Nos ha dicho que va a hacer juicio sobre el país, algún tipo de catástrofe natural para hacer su obra”, dijo a la AFP el hijo del pastor, William Herrera, por teléfono desde el templo.
Herrera asegura que el retiro seguirá “hasta que Dios quiera”. “Y aún no nos dice cuándo. Dijo que vendrá un momento fuerte: muertes, pestilencia, hambre, plagas que pueden tocar a esta nación. Así ha hablado”, añadió el joven de 26 años. Eliseo Villar, principal autoridad pentecostal en Cuba, dijo a la AFP que “el ex pastor está tratando de sustentar la llamada santidad extrema y perfección humana”, actúa “sin tener la Biblia de pauta, porque cree que alcanzó un nivel espiritual superior y dice recibir revelaciones de Dios directamente”.
El gobierno debió tomar cartas en el asunto: informó a la población del hecho, anunció que la policía mantendría “protección” para “evitar cualquier incidente”, envió médicos a examinar al grupo y a agentes del Ministerio del Interior para tratar de hallar solución a la crisis. El caso salió a luz pública el 9 de septiembre cuando decenas de policías acordonaron el lugar, luego de que unos parientes acudieron a las autoridades preocupados por los niños. La calle se llenó de curiosos. Pero esta semana se levantó el cerco y volvió al trajín cotidiano. “Siguen metidos allí, pero están por su voluntad. ¡El que por su gusto muere que lo entierren parado!. Al principio estábamos preocupados, pero ya el barrio se ha relajado. ¿Una catástrofe? el día que llegue nadie se va enterar”, dijo Rosa Gutiérrez, de 60 años, mientras compraba en el mercado que está al lado del templo. Adentro -narró Herrera- la rutina inicia temprano con desayuno y oraciones; los niños van a lecciones y los adultos estudian la Biblia, hebreo, griego o historia antigua; almuerzan; cantan alabanzas y van a dormir a las 10:30 de la noche, en colchonetas extendidas en el piso o bancas, por todo el edificio. Disponen de ocho baños, cocina, comedor y una despensa con arroz, frijoles, chícharos -guisantes-, maíz, harina, plátano, verduras deshidratadas, carne de cerdo, latas de atún, picadilllo de pollo, huevos, precisó. “Estamos bien y organizados. Nos rotamos para limpiar, cocinar, fregar la loza. Todos hacemos de todo”, dijo Herrera, proclamado portavoz del grupo, que creó una cuenta en twitter (@fuentevidacuba), en la cual reporta “sanaciones milagrosas” de cáncer, alergias y presión alta. Villar sostiene que el “fanatismo” del pastor “es un desequilibrio con manipulación”, y que desde que éste comenzó hace siete años en ese templo los congregados bajaron de 800 a la mitad cuando advirtieron la “desviación”. De los 11,2 millones de cubanos, un 15% practica una religión definida, 15% se dice ateo y el resto es creyente de marcado sincretismo, sobre todo el cristianismo y cultos de origen africano. Enrique González, secretario de Asambleas de Dios, precisó que la Iglesia Pentecostal tiene 102.776 fieles -eran 23.733 en 1997-, 156 templos, 883 casas-templo y 331 misiones, en todas los cuales hay culto.
“Ha habido apertura. Desde la visita del Papa Juan Pablo II (enero de 1997) y la celebración evangélica cubana hay mejoría notable en el trato Iglesia y Estado. Supuestos ateos o quienes practicaban su fe en oculto se han volcado al templo al sentir que desaparecieron presiones o conceptos que generaban temor”, comentó. En un inicio algunos opositores vieron en el hecho razones políticas. Los fieles lo desmintieron tajantemente, anunciando en twitter: “Esperamos una obra grande de Dios para Cuba, muy pronto”.
(FUENTE: lanacion.com.co)
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