Los restos de 33 niños y adolescentes y 63 camélidos, con una antigüedad de 800 años, pertenecientes a la cultura Chimú y hallados en el norte del país, evidenciarían la práctica de sacrificios humanos en los rituales de los antiguos peruanos, como lo hacían los aztecas y mayas.
El arqueólogo encargado de las excavaciones, Gabriel Prieto, sostuvo que la antropóloga física del equipo forense peruano, Katia Valladares, quien desarrolló trabajos en el lugar durante la última semana, determinó que los restos humanos presentan una incisión horizontal en el esternón.
El corte para extraer el corazón, hecho poco antes de morir, habría provocado un sangrado intenso y por reacción química ha quemado la zona torácica de las personas sacrificadas, cuyas edades fluctúan entre los 6 y 18 años, refirió.
“De los 33 individuos humanos hallados hasta hoy, ocho han sido sometidos a estudios de laboratorio y todos presentan la misma característica”, indicó.
Para el especialista este ritual podría asemejarse al de otras sociedades como la azteca y la maya, las cuales, dijo, practicaban este tipo de cortes para extraer el corazón.
“Por el esternón no hay alguna arteria importante que puede generar la muerte del individuo al sufrir una herida cercana; por ese motivo podríamos presumir que esto (los chimúes) lo hicieron para sacar algún órgano vital, lo que sí es mortal”, señaló.
El arqueólogo especializado en fauna del Instituto Francés de Estudios Andinos, Nicolás Goepfert, dijo que “este es el más importante hallazgo de camélidos antiguos de la costa norte”, en el departamento de La Libertad.
El estudioso, quien desde hace algunos días trabaja en la zona, dijo que las llamas presentan también cortes en la zona del esternón, similares a los inferidos a los menores humanos, y que esto coincide con un ritual practicado hasta hoy, principalmente en Puno y Arequipa, para extraerle el corazón a la llama.
“Sin embargo, de dicha tradición no había un registro arqueológico, este sería el primer indicio de que ese ritual es ancestral”, sostuvo.
Goepfert, además, determinó que los camélidos sacrificados, que son en su mayoría crías, fueron encontrados con las patas atadas con soguillas y con gran parte de su pelaje en buen estado de conservación.
“En el estómago hemos hallado semillas, las que serán estudiadas en laboratorio para conocer más acerca de lo que comían estos animales”, dijo.
Puntualizó que las llamas vivían en la costa y que desaparecieron durante la llegada de los españoles, además indicó que algunos vegetales encontrados en su pelaje demuestran que vivían en las chacras de alrededores y no en la sierra, como lo hacen actualmente.
“Estas especies son distintas genéticamente, pero idénticas morfológicamente a las que ahora viven sólo en la sierra del país”, acotó.
Las osamentas de los 63 camélidos y 33 menores de alrededor de 800 años de antigüedad, pertenecientes al periodo Chimú, fueron hallados en el sector Huanchaquito del distrito trujillano de Huanchaco, en La Libertad, y presentados el pasado 17 de agosto.
Prieto dijo que continuarán los trabajos hasta levantar todos los cuerpos que encuentren en los 102 metros cuadrados del área descubierta y descartó que vayan a ampliar las excavaciones.
Destacó que está en conversaciones con funcionarios de la municipalidad distrital de Huanchaco para financiar la conservación de los restos hallados y seguir con las investigaciones.
Agregó que el Ministerio de Cultura deberá determinar si se declara esta zona como intangible.
(FUENTE: andina.com.pe)
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