Nada indica que Stephanie Pistey sea un vampiro: ni tiene dientes largos, ni tiene la tez especialmente blanca, ni tiene alergia mortal al ajo y tampoco sufre al contacto del sol. Aún así, ella cree firmemente que es un chupasangre. Todo quedaría en una historia de una persona trastornada si no fuera porque está involucrada en la muerte de un adolescente de 16 años.
Desde los 12 años, Pitsey, que ahora tiene 18, asegura que en su interior sentía un claro impulso, que siempre sintió que era un vampiro y que como tal, bebía habitualmente de sangre humana. La joven, cuando la entrevistaron, aseguró que no se había 'alimentado' de la sangre del muerto pero que sí lo había hecho de su pareja, no implicada en el caso, y de uno de los cinco compañeros acusados del asesinato.
La semana pasada la policía de Parkar, Florida, detuvo a un grupo de jóvenes acusados de haber golpeado y pateado hasta la muerte al adolescente de 16 años Jacob Hendershot. El supuesto motivo por el que le propinaron la paliza fue que Pistey señaló al joven como su violador, aunque luego más tarde no quiso ligarse al crimen y aseguró estar en casa de otro de los implicados, cuidando a unos niños.
En sus palabras, sin embargo, su supuesto violador "no merecía la muerte" pero que "sabía que iban a golpearlo brutalmente". Asegura, también, que ella estaba en la casa pero cuidando a unos niños mientras todo ocurría.
El caso sigue abierto y están investigando hasta que punto está implicada cada parte dado que ninguno de los acusados se ha identificado como el autor de la muerte. La fianza de Pitsey ronda los 120.000 dólares pero ella no cree que "salga de la cárcel nunca".
(FUENTE: noticias.lainformacion.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario