El director del museo de Música Étnica de Barranda, Carlos Blanco Fadol, recibirá un homenaje en Perú en los próximos días por la repercusión que ha tenido en el país andino su labor con los indígenas yaguas del Amazonas, donde el también musicólogo descubrió y construyó dos instrumentos que se habían perdido con el paso del tiempo y que ellos utilizaban «para ahuyentar los malos espíritus», según explicó a LA OPINIÓN DE MURCIA.
Blanco Fadol recibió hace unos meses una llamada del viceministro de Cultura de Perú, José Carlos Vilcapoma, quien le invitó a recibir este homenaje y a regresar al Amazonas para ver cómo sigue la etnia –irá acompañado de un médico– con la que hace unos años grabó un documental, Yagua, en el que el etnomusicólogo les enseñaba a construir los instrumentos de su tribu para que volvieran a formar parte de su cultura. Pero además, algunos de los indígenas de esta tribu viajarán con Blanco Fadol a Lima, donde el director del museo de Barranda ofrecerá un concierto con algunos pequeños instrumentos de este centro de música que alberga la pedanía de Caravaca.
«Mi objetivo último –dice– es difundir la labor del museo y que el trabajo que realizamos en el mismo se conozca en todo el mundo, porque dentro de unos años, debido a que las nuevas tecnologías están haciendo que desaparezcan muchos instrumentos, será todo un referente para las generaciones venideras. Entonces no quedará nada, y allí se encuentra una parte de la historia de la humanidad».
Blanco Fadol ha agradecido la «sensibilidad» del Gobierno de Perú ante la labor que realiza. y considera que gracias a este acto «mucha otra gente se sensibilizará, a través de la música, de los problemas por los que pasan los indígenas, que tienen que huir de un lado a otro por la tala de árboles y van perdiendo parte de su cultura en cada huida». De hecho, espera que estén presentes representantes de otras etnias en apoyo a estos indígenas.
Visita a Paraguay
El etnomusicólogo, además, acaba de regresar de Paraguay, donde ha impartido algunas conferencias en sus universidades y ha visitado a otra etnia para conocer sus ancestrales instrumentos –«algunos tienen más de cien años y estaban llenos de carcoma»– y enseñarles a fabricar algunos nuevos «que encajaban perfectamente en su música».
Para Blanco Fadol, a pesar del momento de crisis que se vive en la actualidad, «no se pueden dejar de hacer cosas, y reconocimientos como este me alientan para seguir adelante». «No me quiero lamentar de que no haya dinero, sino seguir despertando la ilusión de la gente», concluye.
(FUENTE: laopiniondemurcia.es)
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