Más de 3.000 gitanos se dieron cita hoy en el pueblo de Mogila, cerca de la cuidad central búlgara de Stara Zagora en una reunión anual de las familias romaníes para la "compraventa" tradicional de novias para casamiento.
El mercado de novias es una tradición secular de los gitanos de la estirpe "kalaydzhii", una rama de esta etnia en Bulgaria que se ocupa de pulir herramientas hechas de cobre y estaño, de donde proviene su nombre (kalay, estaño en búlgaro).
A esta reunión de amigos y familiares, como la define el gitano Atanas, de 25 años, vienen representantes de esta tribu de toda la geografía búlgara, e incluso algunos del extranjero, que vuelven a su patria para la fiesta, que habitualmente tiene lugar en una pradera de Mogila.
En esta cita, que coincide con la festividad ortodoxa de San Teodoro, se preparan dulces y carne asada, y se vende ropa de color tradicional gitana.
Pero el propósito más importante de esa feria es la reunión de los jóvenes casamenteros de "kalaydzhii" para elegir esposa entre las adolescentes presentes, muchachas de entre 14 y 18 años, y cuyos padres negocian la "compraventa" de la novia.
El precio este año, según confesaron a Efe participantes en este peculiar mercado, oscila entre 150 y 250 euros por una chica que haya tenido contactos sexuales, hasta unos 15.000 euros si la joven es aún virgen.
"Sufrimos una crisis financiera mundial y los precios han bajado mucho. Cuando me casé yo hace 30 años, tuve que pagar unos 3.000 euros. Ahora pagaría unos 150 euros", afirma Atanas que debió pagar por la esposa, pese a que otros gitanos desmienten estas compras.
Atanas acompaña a un familiar suyo, Gueorgui, que hace cuatro años conoció aquí a su actual esposa, Teodora, con la que ya tiene dos hijos.
"Pagué por ella unos 500 euros, que posteriormente su padre me devolvió", relata Gueorgui mientras su mujer se maquilla en el automóvil.
"Nos conocimos aquí y el amor vino más tarde, tras casarnos", dice sonriente Teodora, que dice tener 24 años. Mientras llegan cada vez más coches llenos de gitanos con una chica dentro vestida de traje típico, de color dorado, violeta, rosa o verde.
Otro adorno para aumentar su atractivo es el maquillaje blanco que cubre todo el rostro mediante una substancia especial que los "kalaydzhii" preparan desde tiempos muy remotos y que contiene algo de mercurio, según versiones de los entendidos.
Este maquillaje debe ser acompañado de sombras de ojos de colores brillantes, además de lápiz de labios rojo para dar atractivo a la casamentera.
Los padres mantienen agarrada de la mano a la candidata todo el tiempo y vigilan que nadie la rapte mientras escudriñan entre la multitud de compradores potenciales para definir el precio final.
"Esta tradición es para preservar la pureza de estirpe y evitar que entre en el seno de la familia una persona ajena, de otra etnia", explica el gitano Yordan.
Yordan reconoce que había vendido antes a sus dos hijas y también había comprado novia para su hijo, pero niega categóricamente que la tradición de dar dinero signifique algún tipo de esclavitud.
"No se trata de tráfico de mujeres. Pagar o recibir dinero para una persona es ilegal y se castiga por ley. Éste es el lugar para que los jóvenes se conozcan, y si se enamoran, piden permiso a sus padres para casarse", explica Ilia Iliev, de 66 años, quien dice ser el cacique de la tribu de los "kalaydzhii", y a quien van a besar la mano todos los que llegan al mercado.
"Los padres empiezan las consultas para averiguar si un matrimonio entre los dos jóvenes sería conveniente, si son de buen carácter y si la chica es trabajadora y de buenos modales. Pero los padres no tienen la palabra final, porque ambos jóvenes deben agradarse mutuamente. Y el dinero se da para los gastos de la boda.
Así es la tradición", declara el jefe gitano.
Preguntado cuál es el criterio clave y obligatorio para una novia, Iliev responde enseguida: "debe de ser virgen".
"La virginidad es clave porque si posteriormente el novio descubre que su prometida ha mantenido contactos sexuales, la devuelve inmediatamente a sus padres y el escándalo en la comunidad es enorme", dice Iliev.
También reconoce que éste es un engaño que frecuentemente desata reyertas sangrientas entre familias gitanas, que pueden llegar a cerrarse con muertos.
(FUENTE: EFE)
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