A una mujer, una adivina le dijo que su hijo estaba poseído por demonios. A otra, se le acercó un desconocido en una calle del barrio chino, quien extrañamente le dijo que su hija moriría en dos días. A una tercera mujer le dijeron que su fallecido esposo se estaba comunicando desde su tumba para decirle que entregara miles de dólares en efectivo.
"Su hijo morirá en un accidente vial; está maldito", le dijeron a una mujer de 65 años.
En cada uno de los casos antes mencionados, las mujeres metieron dinero y joyas en una bolsa y la entregaron a personas a quienes acababan de conocer, extraños que dijeron ser curanderos espirituales.
A las víctimas de la estafa les dijeron que el contenido de la bolsa sería bendecido para que quedaran protegidos contra malos espíritus, para atraer buena suerte a la familia o aliviar a un niño enfermo; sólo tendrían que esperar un tiempo para abrir la bolsa.
Cuando así lo hacían, encontraban botellas de agua, pastillas para la tos y frijoles, pero no dinero ni sus valiosos objetos.
Detectives señalaron que ha habido en Nueva York un auge de estafas con el argumento de posesión diabólica, en las cuales mujeres inmigrantes, en su mayoría chinas, son timadas por estafadores astutos llegados de China que se aprovechan de la superstición y el temor. En los últimos seis meses, dos decenas de víctimas reportaron valores robados, en algunos casos más de $10,000 en efectivo y $13,000 en joyas, según reportes policiacos. En total, han sido robados más de $1.8 millones.
"Ellos conocen la cultura, ellos saben cómo hablar con esas víctimas para hacer que los escuchen", dijo Paul Browne, vocero del jefe del Departamento de Policía, respecto a la trampa. "La espiritualidad de una persona es la superstición de otra, y ellos se aprovechan de esa distinción", agregó.
No solo ocurre en NYC
Estafas similares ocurren en otras partes de Estados Unidos con comunidades asiáticas grandes, como las de Boston, Seattle, Chicago y Hawái. A fines del año pasado en San Francisco, ladrones robaron aproximadamente $2 millones en un total de casi 60 casos. La Policía allá calificó las estafas como un delito de crimen organizado.
La oficina del fiscal de distrito, la Policía y políticos emprendieron una campaña de concientización de seguridad pública, incluidas reuniones comunitarias y un video delineando y escenificando una estafa para que sea reconocida al momento de presentarse el intento.
(FUENTE: eldiariony.com)
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