Miguel Ángel Sabadell, licenciado en Astrofísica por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Física Teórica por la Universidad de Zaragoza, impartirá esta tarde en el auditorio del Museo de la Ciencia una conferencia sobre espiritismo titulada «Espíritu ¿estás ahí?, la ciencia ante el espiritismo», donde intentará explicar el acercamiento de la ciencia a este campo, los últimos estudios que se han llevado a cabo y sus descubrimientos.
- El espiritismo en muchos lugares se ha convertido en una auténtica religión, se han escrito libros sobre ello y hay una gran cantidad de estudios científicos. ¿En qué consiste exactamente?
- El espiritismo surge en el siglo XIX y comienza siendo una práctica que consistía en hablar con los muertos, algo que no era nada de lo común, porque todo el mundo puede hablar con ellos ¡Otra cosa es que te contesten! Más adelante, se concibe el espiritismo como lo vemos hoy en día, la capacidad que tienen algunas personas para ver y hablar con los muertos además de escucharles y transmitir sus mensajes. Para ello, se supone que solo ciertas personas tienen el poder de llevarlo a cabo, tanta importancia se le da que surge la religión espírita fundada por Allan Kardec.
- ¿Existe algún perfil de persona que sea más vulnerable para creer en estas cosas?
- Para nada, todo el mundo puede creer en ello, ya es algo que está dentro de nuestra cultura, de nuestro folklore, al igual que las brujas o los extraterrestres. Simplemente un día estuvieron de moda y aún queda gente que sigue creyendo en ello. E incluso algunos que lo utilizan como un oficio, y cobran por hacer de enlace entre vivos y muertos. No obstante, la creencia en su capacidad ha bajado mucho; de hacer levitar mesas de madera como hacían en el siglo XIX a mover simples vasitos como hacen hoy en día.
- Hubo científicos, como es el caso de Rusell Wallace, que creyeron en los espíritus, e incluso decían que tenían pruebas para comprobar la veracidad de este fenómeno. ¿Por qué se dan por falsas?
- Estos científicos no tenían un gran nível de contrastación de sus pruebas en esa época, ya que en esos momentos no contaban con gran tecnología. Y además, eran personas acostumbradas a tratar con ratas, protones, neutrones... que no saben mentir. Por lo que se creían todo lo que se les contaba, eran muy fáciles de engañar y por ello, tomaban por cierto los relatos que les contaban. Además, no conocían el ilusionismo y a través de él, algunas personas podían hacer que pareciese cierto lo que no lo era.
- ¿En qué se basan los científicos de hoy en día para probar que los espíritus no pueden comunicarse con nosotros?
- Lo primero es que los fantasmas nunca han dicho nada que no se pudiese averiguar a través de otro medio. Para demostrarlo, hubo sobre todo dos pruebas decisivas: la primera, un experimento realizado por la «Sociedad para la investigación psíquica de Londres», donde se pedía a personas que estaban a punto de morir que escribieran algo en un sobre que ningún medium ha conseguido averiguar en 150 años; y la segunda, un experimento realizado en una fábrica en Zaragoza con una tabla «ouija», donde después de que en un primer intento cuatro jóvenes dijesen que había contactado con un espíritu llamado Laura, se volvió a repetir la prueba sin que se pudieran ver las letras, consiguiéndo entonces sólo palabras inconexas que no tenían ningún significado. ¿Qué falta tienen los espíritus de ver las letras para saber escribir si se supone que ya las saben? De este experimento se descubrió que lo que ellas creían que era un contacto con un fantasma se debía a acciones ideomotoras, es decir, ellas mismas movían el vaso de forma inconsciente, lo que ya habían probado otros muchos científicos, muchos años atrás. Se debe tener la mente abierta pero sin que se te escape el cerebro.
(FUENTE: bc.es)
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