La agencia espacial norteamericana ha anunciado que el próximo 31 de mayo, un asteroide gigante pasará muy cerca de nuestro planeta, lo que en principio podría sonar alarmante. ¿Hay motivo para preocuparnos?
Hace tan solo unas semanas os contábamos que la NASA estaba trabajando en la mejora de la detección de asteroides próximos, con la construcción de un sensor de infrarrojos denominado NEOCam. Esto es debido a que una de las prioridades de la agencia consiste en detectar lo que se conoce como asteroides NEO, que son aquellos cuya órbita pasa muy cerca de la Tierra.
De hecho, según datos de la agencia, el 98% de los asteroides de tipo NEO, que pueden suponer un problema para el planeta en caso de que presenten una trayectoria muy cercana al planeta y muy desviada, han sido detectados por la propia NASA. El estudio de estos cuerpos que están perdidos por el espacio es para la agencia una prioridad, puesto que en 2012 el presupuesto de la entidad estadounidense dedicado a la detección de este tipo de asteroides pasó de 6 a 20 millones de dólares.
¿Y qué ha detectado la NASA? Pues que ahora, mientras estamos tan tranquilos tomando un café, trabajando o estudiando, hay asteroides pululando por el medio del Universo, sin que nosotros estemos preocupados. Sin embargo, la agencia espacial de Estados Unidos, junto con otras entidades internacionales, velan porque la seguridad del planeta no se vea en peligro.
Por ello han detectado que el próximo 31 de mayo un asteroide gigante, 9 veces mayor que el tamaño de un crucero, pasará muy cerca de la Tierra. Tan, tan cerca, que parece que hasta roza nuestro planeta, al situarse a 6 millones de kilómetros. ¿Hay motivos para estar preocupados? La respuesta es negativa, según la NASA. El asteroide, conocido como 1998 QE2, continuará con su trayectoria sin que exista problema alguno para nuestra supervivencia, ya que pasará lo suficientemente lejos como para garantizar la seguridad del planeta, pero lo suficientemente cerca como para aprender algunas de las características más sorprendentes de los asteroides.
El astrónomo Lance Benner, del Jet Propulsion Lab de la NASA, confirma que estamos ante un hecho científico de gran envergadura. "Que el asteroide QE2 pase tan cerca de la Tierra supone una oportunidad única para observar el tamaño, forma, rotación y otras características relacionadas con el origen de estos cuerpos". Además, la agencia espacial confirma que se desplegarán nuevas tecnologías radar para estudiar y calcular la velocidad y trayectoria del asteroide, con el objetivo de seguir preparados de cara al futuro. Un hecho científico de gran relevancia, por tanto, pero del que nos podemos sentir seguros.
(FUENTE: alt1040.com)
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