En un estudio realizado por Janina Larissa Bühler y Ulrich Orth, se exploró la vida amorosa de 2,268 personas de entre 16 y 90 años durante dos décadas.
Este estudio, llevado a cabo en un contexto global, buscó entender cómo evoluciona la satisfacción en las relaciones amorosas y por qué algunas terminan mientras otras perduran.
Te compartimos los tres tipos de relaciones amorosas que reveló el estudio:
Relaciones duraderas: Superando las crisis
Las relaciones duraderas son aquellas que logran sortear las crisis y dificultades cotidianas. Según el estudio, estas parejas enfrentan desafíos como deudas compartidas y decisiones triviales, como elegir qué ver en streaming, pero logran mantener la conexión. Aunque la chispa inicial puede apagarse, el esfuerzo constante es clave para mantener viva la llama del amor.
Relaciones que llegan a su fin: Cuando el amor no es suficiente
El estudio también identificó relaciones que, a pesar de comenzar con pasión, llegan a su fin. Factores como la rutina y la falta de comunicación pueden contribuir a esta situación. En ocasiones, las parejas se enfrentan a dilemas como la infidelidad o la monotonía, que pueden ser difíciles de superar. Según el estudio, “las parejas con hijos experimentan una caída más fuerte en la satisfacción”, lo que puede acelerar el desgaste.
Nuevas relaciones después de una ruptura: El entusiasmo del cambio
Después de una ruptura, muchas personas buscan nuevas relaciones impulsadas por el deseo de cambio. Estas relaciones suelen estar guiadas más por el entusiasmo que por la lógica. Como dice el estudio, “el amor es un intercambio entre dos personas que se benefician al quererse, cuidarse y respetarse”.
Sin embargo, el reto es mantener este equilibrio a largo plazo.El estudio concluye que, aunque el amor puede desgastarse con el tiempo, no todo está perdido. Con esfuerzo y conexión genuina, es posible mantener relaciones saludables y satisfactorias.
¿Qué hacer para contrarrestar el desgaste?
Los autores del estudio recomendaron lo siguiente:
Explorar experiencias nuevas: No, no implica adoptar una llama como mascota, pero sí puede ser un viaje improvisado o probar una cena diferente.
Menos pantallas, más conexión: Recuerda que tu pareja también tiene cosas interesantes que decir, no solo tu teléfono.
Reír en pareja: La ciencia lo confirma: compartir el sentido del humor fortalece la relación y la hace más duradera.
(FUENTE: elespectador.com)
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