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martes, 31 de octubre de 2023

Guayaquileña narra su encuentro con duende en la cuna de su bebé

Nicole Moreno no puede dormir tranquila. Al más mínimo ruido que escucha en su casa se levanta al instante de su cama. Y todo por la culpa de un supuesto espectro (duende) que merodeaba a su hijo de 2 años.

Tras el nacimiento de su tercer retoño, en julio de 2021, junto con su esposo Carlos Núñez y sus otros 2 ‘pelados’, alquilaron una vivienda en una ciudadela ubicada en la avenida León Febres Cordero, en Daule, provincia del Guayas, lugar en el que fueron testigos de este hecho paranormal.

“Desde el inicio pasaron cosas raras. A mi esposo le gustan los caramelos y chocolates, por eso los teníamos en un recipiente en la sala, pero siempre aparecían tirados. Nunca le di importancia y solo los recogía”, relató la guayaquileña.

Cosas de valor como billeteras, joyas, monedas, entre otros, sin importar donde los dejaran, aparecían misteriosamente en la habitación de su bebé, que estaba en el segundo piso.

“En la casa solo vivíamos mi esposo, mis tres hijos y yo, y ellos me aseguraban que no movían las cosas. Lo curioso era que las encontraba escondidas en el cuarto de mi bebé, siempre metidas entre su ropa y debajo de la cama”, contó.

Nicole Moreno no puede dormir tranquila. Al más mínimo ruido que escucha en su casa se levanta al instante de su cama. Y todo por la culpa de un supuesto espectro (duende) que merodeaba a su hijo de 2 años.

Tras el nacimiento de su tercer retoño, en julio de 2021, junto con su esposo Carlos Núñez y sus otros 2 ‘pelados’, alquilaron una vivienda en una ciudadela ubicada en la avenida León Febres Cordero, en Daule, provincia del Guayas, lugar en el que fueron testigos de este hecho paranormal.

“Desde el inicio pasaron cosas raras. A mi esposo le gustan los caramelos y chocolates, por eso los teníamos en un recipiente en la sala, pero siempre aparecían tirados. Nunca le di importancia y solo los recogía”, relató la guayaquileña.

Cosas de valor como billeteras, joyas, monedas, entre otros, sin importar donde los dejaran, aparecían misteriosamente en la habitación de su bebé, que estaba en el segundo piso.

“En la casa solo vivíamos mi esposo, mis tres hijos y yo, y ellos me aseguraban que no movían las cosas. Lo curioso era que las encontraba escondidas en el cuarto de mi bebé, siempre metidas entre su ropa y debajo de la cama”, contó.

NARIZÓN Y ESCURRIDIZO

Ella seguía sin ‘pararle bola’ a estos hechos. Pero aquello cambió cuando una noche, aproximadamente a las 23:30, observó al duende escalando las rejas de la cuna de hijito.

“Se me había perdido mi anillo de matrimonio y lo fui a buscar. Cuando entré al cuarto, que tenía las luces apagadas, vi algo raro subiendo a la cuna... prendí la luz y era el duende, su aspecto era raro, parecía una persona enana, arrugada, tenía la nariz grande, garras y un sombrero café”, aseguró.

Ante esta terrorífica escena, Nicole se quedó congelada sin saber qué hacer.

“Me quedó mirando con sus grandes ojos. Quería moverme para coger a mi hijo, pero no pude. Luego de unos segundos, hice caer un adorno que estaba cerca a la puerta, para que escuchara mi esposo, pero con el ruido esa cosa se fue hacia debajo de la cama y desapareció”.

Esa noche no pudieron dormir. “Yo vi un duende y mi esposo no me creía, él pensó que era un ladrón, pero debajo de la cama no vimos a nada. Luego revisamos las cámaras que teníamos afuera de la casa y no vimos entrar ni salir a nadie”.

Este hecho los impulsó a buscar ayuda espiritual y le recomendaron que bautice a su bebé, para evitar que seres malignos le hagan daño. “No íbamos a poner en riesgo su vida. Al día siguiente lo bautizamos y esa misma semana nos cambiamos de casa, y hasta ahora nos ha vuelto a pasar eso. Ni un mes duramos en esa casa”.

(FUENTE: extra.ec)

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