En medio del océano Pacífico se extiende un conjunto de islas que constituyen la región Polinésica. Una de esas islas, conocida antiguamente como Rapa Nui, es mundialmente famosa por sus intrigantes esculturas: los Moáis. Nos referimos a Isla de Pascua y su pequeño territorio alberga más de mil moais.
Un nuevo estudio realizado por expertos en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha concluido que la razón por la que los antiguos habitantes de la Isla esparcieron moais es porque creían que mejoraban la fertilidad del suelo y aseguraban el abastecimiento de alimentos. El equipo científico está dirigido por Jo Anne Van Tilburg, quien cree haber hallado evidencias para sustentar esta hipótesis después de realizar un estudio pormenorizado sobre dos moáis que fueron excavados de la cantera en Rano Raraku, donde se encuentra el 95% de estas estatuas talladas hace cientos de años.
No fue una cantera
Estas evidencias consisten en rastros de banana, taro y camote que habrían sido cultivados alrededor de los moáis. Además, un análisis del suelo mostró que el trabajo de tallado de las estatuas de piedra, así como los movimientos de tierra en la cantera, habían provisto a la tierra de importantes nutrientes.
"Las erupciones del volcán Rano Raraku deberon ofrecer en el pasado, los nutrientes necesarios para el cultivo".
El Rano Raraku es un volcán y sus erupciones debieron de ofrecer a la tierra los nutrientes necesarios. Según el estudio publicado en el Journal of Archaeological Science. El entorno se habría convertido en un importante centro agrícola y de producción de alimentos. Van Tilburg lleva tres décadas estudiando los moáis de la Isla de Pascua lo que junto al trabajo de Sarah Sherwood, especialista en suelo y parte del equipo, fue esencial para la hipótesis ahora planteada. “La química del suelo mostraba altos niveles de elementos que son claves para el crecimiento de las plantas y para lograr un alto rendimiento. En el resto de la isla el suelo se está gastando rápidamente, erosionando y vaciando de elementos que nutren las nutren."
El hallazgo contradice la teoría de que la alta concentración de moáis en Rano Raraku como cantera y almacén para ser transportadas a diferentes puntos de la isla. Habrían sido creadas y enterradas allí específicamente para generar una zona fértil por parte de habitantes que confiaba en el carácter sagrado de los moáis y de su influencia en los cultivos, destacó Van Tilburg.
(FUENTE: espaciomisterio.com)
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