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jueves, 15 de enero de 2015

Los celos: en qué somos distintos los hombres y las mujeres


¿Nos gustan las mismas cosas en la cama? ¿Coincidimos en horarios en lo que a practicar sexo se refiere? ¿Compartimos fantasías sexuales parecidas? La ciencia trata de dar explicación a las múltiples diferencias existentes entre hombres y mujeres y parece que acaban de encontrar otra más: no llevamos igual de bien o mal las infidelidades.

Descubrir que tu pareja te está engañando no es plato de buen gusto para nadie, pero una investigación realizada en la Universidad de Chapman en Orange, California, ha demostrado que la reacción que tengamos depende del sexo.

Ante una infidelidad la otra parte suele discernir entre lo que significa el engaño meramente sexual y que su pareja haya tenido sentimientos amorosos con otra persona. Lo curioso es que, según el estudio, los estereotipos sociales parecen cumplirse y a los hombres les preocupa más el encuentro carnal que a las mujeres, quienes encuentran la verdadera infidelidad en una relación emocional.

Sexo con o sin amor
El estudio, publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, contó con la participación de 63.894 hombres y mujeres de 18 a 45 años a los que se les solicitó información sobre su estado económico, situación civil y orientación sexual.

¿Nos gustan las mismas cosas en la cama? ¿Coincidimos en horarios en lo que a practicar sexo se refiere? ¿Compartimos fantasías sexuales parecidas? La ciencia trata de dar explicación a las múltiples diferencias existentes entre hombres y mujeres y parece que acaban de encontrar otra más: no llevamos igual de bien o mal las infidelidades.

Descubrir que tu pareja te está engañando no es plato de buen gusto para nadie, pero una investigación realizada en la Universidad de Chapman en Orange, California, ha demostrado que la reacción que tengamos depende del sexo.

Ante una infidelidad la otra parte suele discernir entre lo que significa el engaño meramente sexual y que su pareja haya tenido sentimientos amorosos con otra persona. Lo curioso es que, según el estudio, los estereotipos sociales parecen cumplirse y a los hombres les preocupa más el encuentro carnal que a las mujeres, quienes encuentran la verdadera infidelidad en una relación emocional.
Sexo con o sin amor

El estudio, publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, contó con la participación de 63.894 hombres y mujeres de 18 a 45 años a los que se les solicitó información sobre su estado económico, situación civil y orientación sexual.

A continuación se pidió a los participantes que eligiesen –ya fuese imaginándolo o en base a alguna experiencia personal– si les resultaría más doloroso el engaño por la parte carnal o por la amorosa.  

Los resultados fueron contundentes. Frente a un 35% de mujeres heterosexuales que pensaban así, un 54% de los hombres heterosexuales veía más molesta la infidelidad física. Del lado opuesto, el 65% de las heterosexuales, en comparación con el 46% de los heterosexuales, declaró que les importaba más el lado emocional.  

Por su parte los hombres y mujeres homosexuales y bisexuales se preocuparon más o menos igual por ambos aspectos. De hecho, como explica el psicólogo y autor principal del estudio David Frederick, “los varones heterosexuales realmente destacan de todos los otros grupos” y fueron los únicos que demostraron más probabilidades de estar más molestos por una infidelidad sexual que el resto de grupos.

La raíz de los celos
Como explica Jeffrey Kluger en Time, “ser engañado tiene un efecto diferente en cada uno de los sexos porque amenaza diferentes aspectos de su autoestima”. 

 Según los autores del estudio, el hecho de que a los hombres les importe más el factor sexual puede tener relación con la reproducción y, en el caso de las parejas con hijos, poner en duda su paternidad. “La infidelidad física de sus mujeres plantea un riesgo mucho mayor”, comenta Frederick, ya que “un hombre nunca puede estar absolutamente seguro de que un niño de su compañera es de él”, no sin hacerse una prueba de paternidad.

Evolución y cambio social sobre las infidelidades

Pese a que tengan en cuenta que los hombres heterosexuales puedan sentir mayor rechazo al engaño físico por causas biológicas, los investigadores también han llegado a la conclusión de que los estereotipos están cambiando entre las mujeres jóvenes.

De hecho, las respuestas de los encuestados más jóvenes de ambos sexos no parecían estar influenciadas ni el estado civil, ni por si habían sido o no engañados en algún momento, o si eran padres o madres. Encontraron “un mayor grado de malestar en los aspectos físicos de la infidelidad” que en los emocionales tanto en hombres como en mujeres.

Relacionan estos resultados con que se encuentran en etapas de sus vidas en las que dan mayor importancia al aspecto físico y en las que el sexo es más importante, por lo que un engaño sexual “crea una diferencia grande en el bienestar de su relación”.

(FUENTE: bit.ly)

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