¿Quién no ha visto a un chino sentado delante de una máquina tragaperra de cualquier bar? ¿Por qué son siempre los que se llevan el premio gordo? Son muchas las leyendas que hablan sobre la habilidad de los chinos en el juego. Que la suerte está de su parte, nadie lo niega. En los casinos españoles son tan conscientes de las costumbres y supersticiones de esta comunidad, que han ideado triquiñuelas de lo más variopintas para que los chinos caigan como moscas en sus redes. La última novedad es la enorme rana de cinco metros colocada en el paseo de Recoletos, junto al nuevo Casino Gran Madrid-Colón. ¿Una rana de la suerte? ¿Por qué una rana de la suerte?
En China se cree que los espíritus de las ranas disfrutan contemplando la prosperidad de los hombres. Hasta creen que transmiten energía y que tiene cualidades mágicas. Y por eso a los dueños del casino de Torrelodones se les ocurrió la genial idea de que, colocando una enorme rana en mitad de la plaza de Colón, despertaría el instinto ludópata de aquellos chinos que se toparan con la gigantesca escultura. Ellos son, además, los que más dinero se juegan y los que menos se avergüenzan de predicar su afición al juego.
Pero ni siquiera el gancho de que la rana de la suerte conectaría con la superstición del jugador chino ha provocado el efecto que esperaban sus dueños. En la Comunidad de Madrid hay censados más de 21.000 ciudadanos chinos, lo que hace que este grupo tenga una amplia representación en la oferta del juego. Pero por no entrar, no entran ni las moscas que bajan de la calle Génova. Según ha podido saber este Confidente, las cuentas de los dos casinos más grandes de Madrid, el de Torrelodones y el de Aranjuez, no despegan. Los dos nuevos centros abiertos en la capital no atraen el público esperado, la facturación es exactamente la misma que cuando los dos nuevos recintos estaban cerrados y sus responsables ya no saben a qué sentimientos más recurrir para engatusar a otros potenciales jugadores.
Por si usted también cree en la suerte de los chinos y le apetece ir a jugarse unos eurillos, apunten un par de datos que pueden utilizar a su favor: el ocho es su número favorito porque en mandarín se relaciona con prosperidad mientras que el cuatro es un número desafortunado al relacionarse con la palabra muerte. No es casualidad que vea a algún chino vestido de rojo, ya que en su cultura representa buena suerte y alegría. De hecho, las malas lenguas dicen que muchos de ellos eligen llevar ropa interior de color rojo cuando van a jugar. Según esta creencia, tener sexo antes de jugar sería una de las causas de la mala suerte. Así que usted mismo.
(FUENTE: blogs.elconfidencial.com)
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