Arqueólogos peruanos descubrieron una tumba de un personaje de élite de la cultura Moche (entre los siglos I y VII) con atuendos felinos y un cetro de cobre en la Huaca de la Luna, dedicada a los sacrificios humanos.
El director del proyecto arqueológico Huaca del Sol y de la Luna, Ricardo Morales, explicó a Efe que este hallazgo "es el primero que tiene estos elementos totalmente nuevos", entre lo descubierto en la zona en los últimos 23 años.
La Huaca de la Luna está en un complejo arqueológico en la ciudad de Trujillo, en la costa norte de Perú, y fue "un templo dedicado totalmente al sacrificio humano, como ofrenda a la deidad de las montañas", indicó Morales.
Los sacrificios estaban relacionados con la agricultura, el culto a la tierra y al agua, y la fertilidad, añadió.
Los moche se desarrollaron en una amplia zona desértica del norte de Perú, que tiene valles irrigados por ríos que provienen de la sierra y desembocan en el océano Pacífico.
En la zona urbana del templo, los arqueólogos peruanos encontraron una tumba, de unos 1.500 años de antigüedad, de un personaje de élite que tenía entre su ajuar funerario "un cetro de cobre, con la forma tronco piramidal invertida, con un vástago que funciona como mango, y que al movimiento suenan elementos metálicos en su interior como una sonaja", relató Morales.
"El cetro debe haber funcionado en el ceremonial como el fondo musical, y tiene iconografías de diversos personajes, como el dios búho", afirmó el experto.
Morales informó de que lo más llamativo del ajuar son "unas garras y unos colmillos de felino" con piezas de cobre.
"El felino es una de las deidades principales de los moche, por eso la deidad de la montaña siempre está representada como el felino, de donde bajan los ríos, en forma de serpientes, para regar las áreas desérticas de la costa", explicó.
Morales dijo que esos elementos dejan entrever que este personaje ha debido ser alguien importante (un sacerdote, un guerrero o un gobernante), y ahora se trata de definir cuál fue su nivel de jerarquía en el mundo moche, una de las principales culturas preincaicas.
Durante las investigaciones realizadas por el equipo desde el pasado mes de abril también se han encontrado dos murales en "muy mal estado de conservación", pero que permiten determinar cómo fue el sistema de conexión entre un espacio ceremonial grande y otros más pequeños al interior del templo.
La iconografía es parte de un discurso asociado a los ritos, al ceremonial que se ha desarrollado en el lugar, y en el que se deja ver con claridad la deidad de la montaña, a la cual está abocado el templo y todo el complejo, declaró Morales.
Los restos humanos encontrados en la tumba, así como el cetro, las garras y colmillos, cerámicas, orejeras de metal y una máscara serán analizadas en los próximos meses por el equipo de arqueólogos del proyecto en los laboratorios que tienen en el complejo.
Morales dijo que, por el momento, no pueden ser expuestos al público y que los estudios permitirán comparar los elementos con otros ajuares funerarios de la zona para tener conclusiones más certeras sobre su origen y funciones en la sociedad moche.
(FUENTE: emol.com)
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