Tiene 80 años y desde su época de seminarista estudia “lo oculto”. Se llama Carlos Alberto Mancuso y es el obispo exorcista recomendado por el Papa. A propósito del reconocimiento jurídico que otorgó el Vaticano a la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), creada en 1991 y compuesta por 250 sacerdotes, contó su vasta experiencia en este tipo de prácticas y aconsejó, aún a los no creyentes, "cuidarse del demonio".
En diálogo con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf por Radio 2, Mancuso reconoció que en sus épocas de cardenal, Francisco le envió personas que requerían exorcismos. Y es que desde los 17 años, cuando ingresó al Seminario Menor “Nuestra Señora del Luján”, comenzó a capacitarse en este ritual, que no es otra cosa que una oración oficial de la Iglesia católica en la que se invoca a Dios y se exige al diablo que libere a una persona determinada.
Se trata de una ceremonia que fue actualizada después de 400 años, durante el papado de Juan Pablo II, a la luz de los cambios que supuso el Concilio Vaticano II y, sobre todo, de los avances de la ciencia en el campo de la mente.
Mancuso confirmó, justamente, que la mayor parte de las personas que creen estar poseídas, en realidad padecen de una patología psiquiátrica y aseguró que es fácil reconocerlo. Explicó que el ritual del exorcismo toma apenas 30 minutos y no demanda demasiado esfuerzo, aunque todo depende del sacerdote. Apuntó que hay quienes terminan muy agotados y les cuesta incluso conciliar el sueño. No es su caso.
Contó además, que si bien es un cura el que lidera la oración, necesita de la ayuda de otros para retener al poseído, “porque el demonio quiere huir”. También llamó la atención que las más afectadas son las mujeres, por su predisposición a la magia negra y el esoterismo.
“El demonio siente que la mujer puede ser mas fácilmente convencida o interesada. El tirar las cartas o ir de curandero en curandero es más propio de la mujer”, opinó y recordó el primer libro de la Biblia en el que cuenta cómo la serpiente utilizada a Eva para tentar a Adán y hacerlos expulsar del Paraíso.
Un pacto con el demonio, un mal negocio
Mancuso ilustró cómo opera Satanás a través de falsas promesas con el caso de un joven santiagueño de 20 años que vendió su alma a cambio de seis décadas de dinero y mujeres.
“El demonio le dijo `te voy a dar 60 años de vida, pero cuando te mueras te voy a llevar al infierno´ ¡Qué bicoca!”, bufó el exorcista y aclaró que Lucifer no tiene la potestad de la vida y la muerte.
Pero eso no fue todo, sellado el pacto –relató Mancuso– el demonio, que se le aparecía en forma humana, le pidió al muchacho que matara a su sobrino.
Fue entonces cuando el chico se alarmó y pidió ayuda.
(FUENTE: rosario3.com)
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