La “tabacomancia” es una práctica espiritista que pretende escudriñar la suerte de los creyentes en la adivinación. El cristianismo la rechaza de forma tajante. El número de asistentes a este tipo de "consultas" crece en Cabimas.
Un particular olor distingue a aquel espacio de cualquier otro. Huele a humo, a candela, a hierba seca quemada, a indígena y a africano. Se siente una calurosa y extraña sensación a misticismo que atraviesa la piel. Es el olor del oráculo de los espiritistas, el grueso y revelador tabaco.
La “tabacomancia” es una práctica típica de quienes profesan el espiritismo. Un método tan antiguo como popular en Venezuela, que no distingue enntre clases sociales ni, aparentemente, religión, donde un individuo, a través de las señales abstractas que muestre el puro, enunciará el pasado, presente o futuro de quien esté interesado en conocer su suerte.
Cuidadosamente pintada de celeste está la fortaleza de los coloridos personajes de porcelana, son los santos protegidos por el aura caliente de las velas. A lo largo de sus paredes, distintos estantes contienen a los elementos de cada corte: la india, la liberadora, la vikinga, la chamarrera y llanera, entre otras. En el centro, se ubican los santos que lideran el altar en una gran escalinata. En lo más alto, la diosa del espiritismo venezolano: María Lionza.
Es el altar de Nohelia Margarita Barroso, una popular espiritista de Cabimas. En él, rinde tributo a sus santos y abre sus puertas a quienes exploran el místico campo del espiritismo solicitando sus servicios en el arte de la lectura del tabaco.
Descubrimiento del don
Por 100 bolívares se consumen tres habanos, en los que la mujer de amable trato percibirá los acontecimientos resaltantes del presente de la persona, sus molestias, su fortuna, sus enfermedades, y hasta si se es víctima de una cruel brujería.
“Empecé con esto desde muy pequeña. A los 10 años sufría de convulsiones y desmayos, pensaron que era epilepsia. Me llevaron a la montaña de Sorte, para que un señor muy sabio y dijo que no era eso, sino que yo poseía dones para ver a través del tabaco. Me bautizaron y desde entonces me dedico a esto”.
Con dificultad, describe el trance que experimenta al momento de encender el puro. Una visión y, más que eso, una sensación que le embarga el cuerpo, que le dice lo que pasa y lo que el universo está tejiendo para la persona. La forma en que se consume, el color de la ceniza, la manera en que se abre y otras características que muestre el habano al momento de la fumada, son otros aspectos que permiten a Nohelia reforzar su interpretación.
Una clienta discreta
Margarita, una de sus clientas, está casada, tiene dos hijas y, según dice, mucha gente envidiosa alrededor. Malas experiencias del pasado la han hecho asidua a leerse el tabaco cuando percibe una energía negativa cerca.
Sombras, ruidos repentinos, el llanto incontrolado de la menor de sus hijas sin razón aparente y extraños acontecimientos, la llevan a recurrir a esta popular forma de adivinación. No le cuenta a nadie de esta consultas, pues sabe que la la religión que profesa rechaza el espiritismo y la adivinación.
“En el mundo hay gente muy mala que recurre a hechizos y espiritismo para hacer daño. Lamentablemente, esas cosas sólo pueden combatirse con lo mismo. Al principio no creía, pero la persona que lo hizo me dijo cosas que sólo sabría alguien que me conoce muy bien”.
Margarita no siente que atente contra su fe. Por un lado, es muy devota, por el otro, dice hacerlo con Dios por delante.
La sesión
Nohelia, que semanalmente atiende a 100 clientes, relata que en 44 años de tabacomancia nunca ha tenido malos entendidos con nadie ni la han acusado de mentirosa.
“Lo importante de esto es hacerlo con el bien por delante y asumir la responsabilidad de lo que se va a decir. Yo siempre le recomiendo a la persona que se relaje y que si no estoy en lo cierto, que me desmienta”.
En un extremo de su altar, se ubican unas pequeñas sillas de hierro con asiento acolchado. Estando frente a frente, entrega al consultante tres velas de distintos colores para que se las coloque al santo de su preferencia.
Enciende y fuma el tabaco al revés, como una forma de “destrancar” o quitar cualquier obstáculo que no permita la lectura. Enuncia en voz alta y clara el nombre del consultado. “En cuerpo, alma, vida y espíritu.” Pide permiso a las autoridades espirituales para trabajar. A la reina María Lionza, para que dé la luz. A las distintas cortes, nombrando rápidamente a cada de uno de los santos que militan en ellas. Finalmente, reza un Padre Nuestro y un Ave María.
Poco a poco hace preguntas y afirmaciones a su oyente, quien debe responder con honestidad. “¿Quién es la mujer gorda de pelo amarillo? Te tiene envidia”, “¿desde cuándo tienes ése malestar en la pierna? Anda a revisártelo que va a empeorar”.
Más de uno podrá considerarlo una forma más de charlatanería, y otros una práctica sagrada. La curiosidad y el temor a males oriundos de otros planos son capaces de resquebrajar la fe de muchos. Por ahora, no se avista cercano un rechazo absoluto hacia la adivinación y sigue cobrando fuerzas las consultas a este abstracto y humeante oráculo.
Rechazo de la Iglesia
A lo largo del tiempo, el cristianismo se ha manifestado en contra de cualquier práctica espiritista y santera. En diversos pasajes de la Biblia (Ex. 22, 18; Lev. 19, 31; 10, 6. 27; Deut. 18, 9-12; 1 Reyes 28, 5-25; Is. 8, 19-20) quedan tajantemente prohibidas estas prácticas, sin importar su naturaleza.
El principal motivo es por su profunda alabanza a innumerables “santos”, obviando el mandato de Dios de sólo reconocerlo a Él como única divinidad. Aunado a ello, invocar almas y difuntos con el objetivo de obtener una revelación es un hecho condenado por Dios.
(FUENTE: laverdad.com)
el pucho o tabaco es el espíritu o elemental de esta planta sagrada que crece en climas templados con múltiples resultados en la practica de la medicina natural indígena empleado para muchas dolencias y entre otras para curar la mordedura de serpientes,se emplea en sahumerios rara alejar los espíritus o malas influencias en rituales y armonizaciones, en convivencia con nuestros pueblos se fumaba la pipa de la paz y se vivía en armonía hombre naturaleza.el tabaco es un elemental fuerte con el se manejan siete legiones de espíritu es una planta caliente y es del genero de las amargas con la fumada del puro se ve el pasado, presente y futuro de la persona que tiene fe y confianza en el elemental del tabaco. esta practica no es un juego el que lo hace es castigado y tiene una mala experiencia. buena suerte.
ResponderEliminar