Con la venta de piedrecillas que representan el dinero y la abundancia, juliaqueños recibieron al mes denominado caliente en el calendario andino. • En esta fecha, además se acostumbra a sahumar las casas y rosearlas de flores para purificarlas de cualquier negatividad.
Ayer primero de agosto, se puso de manifiesto una de las costumbres más arraigadas de Juliaca. En esta fecha se expenden piedrecillas que son extraídas de los ríos, cuyo significado radica en la abundancia y los buenos augurios para quien las adquiere.
Esta particular manifestación cultural, única en su género en el ámbito nacional, tiene la especial creencia por parte los pobladores de este sector del altiplano, que al iniciar el mes de agosto (denominado mes caliente), se compren piedras planas que simbolizan el dinero.
Para esta fecha, miles de pobladores se volcaron a los ríos de la ciudad, buscando extraer estas piedrecillas especiales que asemejan a las monedas, antes de que salga el sol, que según los conocedores de antaño, representan un ritual que las llena de energía mística.
Juana Apaza y su hija Thalia Pampa, son dos emprendedoras e inteligentes ciudadanas, que han sabido sacarle la vuelta a la adversidad y dedicarse desde hace siete años a la venta de esta especie de amuletos, los mismos que deben de ser ritualizados con incienso pidiendo bendiciones para el hogar.
“Desde la madrugada salimos a recoger las piedras del río, en pleno frío, pero eso no nos ha impedido que estemos acá participando de esta feria. Afortunadamente nos ha ido bien en esta actividad en la que hemos encontrado una forma para salir de la necesidad”, refirió Thalia Pampa.
Paralela a esta tradición juliaqueña, se acostumbra sahumar las casas con incienso y algunos insumos que purifiquen el ambiente de cualquier energía negativa, además de rosearlas con flores. También durante este mes se rinde culto a la Pachamama o madre tierra.
(FUENTE: losandes.com.pe)
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