Siempre nos han dicho que las almas gemelas eran las dos mitades de un alma que se buscaban para volver a unirse. Lamentablemente, eso es crear en el ser humano una dependencia afectiva. Todo lo contrario de lo que enseña la filosofía kármica.
De esa manera nos enseñaban a necesitar, a ser dependientes de un amor personal. Esclavos. No entendían que, al no necesitar, podíamos utilizar toda nuestra energía de amor para dar al otro y a todo.
Al mostrarnos la teoría de esa manera nos indicaban todo lo contrario del genuino camino espiritual, que explica que el verdadero amor no necesita de nada ni de nadie, porque es amor de Servicio: el amor impersonal.
El amor personal -que damos y recibimos a diario- en general, se alimenta de emociones negativas difíciles de controlar. De dudas, de celos, de diversos roles kármicos generados en vidas pasadas, ocultos en el subconsciente y visibles en la Carta Natal Kármica, usados como control entre uno y otro protagonista de ese sentimiento.
Por el contrario, el Amor Impersonal no intenta manipular ni busca dominar a la persona a la que va dirigido ese afecto, sino que trata de serle útil para que pueda crecer, pues no importa uno, sino el otro.
“ Para brindar ese amor tan excelso, tan elevado, no es necesario buscar la excusa de que somos la mitad de un todo y que la otra mitad es aquel ser a quien tenemos que amar y el que nos hará feliz, lo que es imposible porque su base es la separatividad, vos por un lado, yo por el otro tratando de unirnos”. Cristian Fhers
La verdad es más sencilla y menos egoísta. Porque, en realidad, las almas gemelas no son dos partes de un mismo espíritu humano. Tampoco son necesariamente espíritus de distinto sexo, pues los espíritus no tienen sexo. Lo que es cierto es que existen diferentes niveles de gemelos, por eso, a aquellos que no conforman una pareja, les llamamos almas afines.
Filosofia kármica: espíritu, alma y ego
La filosofía kármica explica que las almas vibran en forma sutil o en forma densa, de acuerdo a su altruismo o egoísmo. Cada vibración es distinta a la otra, pero hay espíritus que tienen vibraciones afines. Son espíritus cuya vibración está en resonancia. Si dichos espíritus fueran sonido, se podría decir que son ondas acústicas de la misma frecuencia y amplitud. Esas son las almas gemelas de primer nivel. Estas sí, de distinto sexo y con capacidad de generar átomos de luz en cada acto sexual. La definición correcta es que las almas gemelas son espíritus que vibran en un acorde determinado, producido en repercusión con otro espíritu.
Los encuentros en esta vida
El encuentro en la vida terrena con un Alma que vibre en la misma frecuencia sólo es posible si antes se logró que la propia personalidad, reflejada en el ascendente en Astrología Karmica complemente con la conciencia, el Sol en la carta natal, y sean una sola llama. En la carta natal kármica se pueden hallar huellas de esa complementación o antagonismo.
Las almas gemelas pueden generar grupos afines
Es muy importante aclarar otro equívoco. Hay una creencia errónea que sostiene que las almas gemelas son siempre dos. Esto no tiene que ser necesariamente así. Puede haber muchos espíritus que vibren en una misma frecuencia. En cierto nivel, se justifican los grupos que logran una conciencia colectiva, que se unen para un servicio humanitario y altruista. Creer que solamente dos son las Almas que pueden estar en resonancia entre sí, es limitar la afinidad de los espíritus.
Parejas y desparejas: afinidad en común
Hay almas gemelas que no necesariamente están en un plano de Luz. Hay espíritus dominados por la crueldad de su personalidad, que se encuentran en los planos más densos... y también son afines entre ellos.
No se conocen entre sí, a veces, pero se comportan de la misma manera. Poseen la misma mezquindad, tienen similar egoísmo y, en algunos casos, hasta su carácter es parecido. Pero a diferencia de los espíritus de luz, estas almas aún siendo compatibles, pueden llevarse mal entre ellas, se cobran karma dolorosamente. ¡Aquellos espíritus invadidos por el ego sólo se aman a sí mismos! Eso lo comprobamos diariamente. Se ve cómo las personas viven en conflicto por no trabajar cada uno en sí mismo para erradicar sus defectos de carácter y cómo culpan a los otros de sus propias fallas.
Algo los atrae misteriosamente y algo también los separa.
Muchas personas viven sin establecerse en una relación amorosa por mucho tiempo, esto forma parte de lo que llamamos "Pausas kármicas", relaciones internas en las que algo hay que aprender, algo hay que sanar. Este "algo" puede pertenecer a vidas pasadas, casi siempre activado en el pasado de la vida presente.
Quien se encuentra en este estadio, debe dar gracias por ello... y seguir adelante. Apegarse a una relación dolorosa no es una buena opción, lo mejor es sacar lo bueno de ello, poner distancia de por medio, disfrutar la soledad para ser una personalidad gemela de su alma. La soledad para conocerse y amarse a sí mismo. En Fundación Fhers se estudian estas realidades a través de la sinastría, es decir en el estudio de los valores que cada carta natal aporta a la relación. Lo que demuestra que no siempre las almas gemelas se aman entre sí.
Astrología kármica: los planetas y el poder de atracción
Vamos a darte pistas de posibles niveles de complementación
1-Nivel Intelectual: en este estadio las almas gustan de los mismos temas, intercambian ideas que a su vez son constructivas. Ambas desean una elevación cultural e intelectual. Los compañeros se incentivan mutuamente en el estudio, caso contrario entrarían en la esfera de la individualidad y del egoísmo. Visible en la conciencia intelectual que Mercurio representa y la afinidad o no entre ambos.
2- Simpatía: las almas gemelas se atraen con más facilidad cuando las personas tienen buen humor, no se permiten frustraciones y participan de una vida activa. Saben que, para recibir, es importante dar, y debe ser una entrega libre de cualquier sentimiento de separatividad, no existe la necesidad de palabras de bajo calibre o de tono grosero. El planeta Venus que cada uno conquistó en la búsqueda de lograr hacer gemelas a su personalidad y su conciencia define la relación.
3- Deseo: la pareja se entrega a la pasión, la busca. Existe la necesidad de conversaciones largas, que durarán horas, diálogos eróticos en el sentido más espiritual, ya que son las almas que se seducen en la búsqueda de ser uno con el otro, para ser uno en sí mismo. Se presentan diálogos con los planes para el presente ya que viven el ahora. El planeta Marte evidencia por su estado y la relación entre ambos cómo el deseo se pudo transmutar en aspiración.
4- Físico: es el período en el cual el abrazo, el beso y el acto sexual son intensos y conscientes. El físico vive una pequeña muerte por el amor por el otro, como un entrenamiento para la unión con el Todo, que lo lleva a renacer a una vida mas allá del tiempo y del espacio en cada estado orgásmico, no como final sino como eterno principio. Júpiter demuestra lo alcanzado en este nivel.
5- Ideal Espiritual: este se logra, únicamente, cuando las almas gemelas deben alcanzar un desenvolvimiento que jamás lograrían por separado. No sólo carecen de interés por la vida material sino que esta se resuelve mágicamente, ya que están cumpliendo con un servicio. Los estados de Plutón, Neptuno, Urano y sus relaciones son sus bases. Esto ha permitido que cada gemelo penetre la red de lo etéreo para sentir al otro, para saber cuándo el otro gemelo está en peligro, o enfermo, compartiendo un ideal de servicio más allá de sus intereses personales.
A modo de meditación final
De todo lo expuesto, surge una reflexión: “Ningún encuentro en la tierra es fortuito, casual o arbitrario. Ese encuentro se va realizando a través de estadios, que una vez ocurridos, permanecen latentes provocando la ley de la atracción y se van encadenando unos con otros”. Cristian Fhers
Cada relación se concreta siempre por necesidad de aprendizaje. Como vimos, algunas por afinidad en la Luz y otros por afinidad en la Oscuridad, pero siempre son útiles, para quien intenta despertar a su conciencia y aprender a amar, no reprochando, culpando o resintiéndose.
Aquellos, que han arrojado las capas emocionales, arrojado la profundamente arraigada creencia de carencia, aquellos que se han elevado sobre su mente concreta a dimensiones superiores en su entendimiento y por lo tanto en su alma, sepan que existe un eslabón, es el eslabón final: la unión con toda la existencia universal. Por eso un amor superior une y no separa, conecta y no aleja, es inclusivo y exclusivo, es eterno y no pasajero, por lo tanto no desaparece nunca jamás.
(FUENTE: tn.com.ar)