No habrá "Noche de Paz" en Santa Mónica: en estas navidades, los vecinos de esta ciudad californiana no intercambiarán villancicos y buenos deseos sino acusaciones y reclamos judiciales por la exhibición de pesebres en las calles.
De un lado están quienes consideran que es necesario mantener viva una tradición decembrina que tiene casi seis décadas en esta localidad costera de Estados Unidos: la de montar escenas del nacimiento de Jesús con maniquíes a escala humana en un parque municipal.
Del otro, una coalición de agrupaciones laicas lleva años en campaña porque consideran que la instalación de pesebres en el espacio público atenta contra los derechos de los no creyentes y contra la primera enmienda constitucional, que garantiza la independencia del estado ante toda creencia religiosa.
¿El resultado? El gobierno de la ciudad debió mediar y emitió una ordenanza que, en la práctica, prohíbe el armado de los dioramas navideños en el espacio público.
La decisión fue luego convalidada por un juez federal de Los Ángeles, que rechazó una apelación de grupos cristianos y estableció que la veda municipal se aplica "de manera igualitaria a cualquier demostración religiosa".
Sin estatuas, con actores
Pero, al parecer, todavía no está dicha la última palabra en esta disputa que se ha tornado política: la Comisión de Escenas de la Natividad de Santa Mónica -la organización sin fines de lucro detrás de los dioramas- encontró un vacío legal para seguir con sus prácticas navideñas.
"Nos dimos cuenta de que la ordenanza del concejo hablaba de instalaciones religiosas 'inanimadas' o 'fijas', pero nada decía de las escenas con humanos", detalló a BBC Mundo el pastor Patrick Mahoney, director de la Coalición de Defensa Cristiana y uno de los más activos voceros contra la decisión del municipio californiano.
Así, una treintena de actores y otros voluntarios se tomaron un espacio verde el pasado 8 de diciembre, marcando el inicio de la temporada festiva, y montaron una representación del portal de Belén... con palmeras y mar de fondo. Con disfraces de ángeles y pastores, atados de heno para simular un establo y un repertorio de villancicos para musicalizar la presentación.
Al mismo tiempo, la Comisión consiguió un predio privado para erigir sus representaciones bíblicas, que por 59 años habían armado cada diciembre en el parque Pallisades. Ahora, las 14 escenas -dentro de casetas de madera y protegidas con rejas- ocupan el jardín de entrada de un complejo de oficinas.
Sorteo y boicot
La pelea por cuánta Navidad llega a las calles no es nueva en esta zona: desde hace más de tres años, grupos que se reconocen ateos o "librepensadores" reclaman por lo que consideran son "exhibiciones innecesarias".
"Una ciudad no tiene obligación de crear un foro público que genere división y acrimonia, convirtiendo un parque bello y sereno en un aviso publicitario de los cristianos y dejando a los no cristianos afuera", expresó en un comunicado enviado a BBC Mundo por la Fundación por la Libertad de la Religión (FFRF, en inglés), que persigue la erradicación de la imaginería religiosa en espacios públicos.
La cruzada se volvió visible cuando a Damon Vix, integrante de la FFRF, el municipio le concedió una de las casillas del parque Pallisades para armar un diorama junto a las demás escenas de natividad y él sólo colgó allí un cartel con una frase del expresidente Thomas Jefferson: "Las religiones son todas iguales: fundadas en fábulas y mitologías".
En 2011, la coalición secular amplió la estrategia y llevó adelante una suerte de "golpe de estado", según reconocen.
En el sorteo de la alcaldía -establecido para permitir el acceso igualitario a las cabinas por parte de los vecinos- se apuntaron tantos ateos militantes que lograron la mayoría de los espacios: 18 de los 21 disponibles (otro fue dedicado al Janucá judío y sólo dos fueron cristianos).
Allí colgaron carteles abogando por la separación de la religión y el estado, así como imágenes de Papá Noel, Poseidón y el diablo.
La muestra generó revuelo inmediato y la mayoría de las pancartas ateas fueron dañadas con pintura, lo que llevó al concejo a decir 'ya basta': en junio, votó por prohibir cualquier exhibición sin importar su creencia, lo que a su vez echó por tierra el título de Santa Mónica como "Ciudad estadounidense de la historia navideña", basado en la tradición vigente desde 1953.
Ambiente caldeado
Los vecinos en Santa Mónica han seguido la disputa de cerca y parecen tener una posición tomada.
"A mí me parece que quedan muy bonitos, no sé por qué quitarlos", señaló a BBC Mundo Sarah, una jubilada de Maine que cada diciembre visita aquí a sus hijas y salió a dar un paseo por los dioramas que ahora se levantan en terreno privado.
"Yo no entiendo por qué tengo que explicarle a mis hijos qué son estas figuras espantosas cada día que salimos a caminar cuando muchos no somos practicantes", opinó Daryl Liu, residente del barrio, mientras empujaba un carrito doble con sus mellizos.
Y no sólo California es territorio de batalla: en distintos estados del país la FFRF lleva adelante presentaciones contra exhibiciones religiosas en espacios públicos, como edificios gubernamentales.
Una de las propuestas provocadoras que hacen es la de armar un "pesebre pagano": con un astronauta que hace las veces de ángel, una Venus para representar la femineidad y sabios laicos como Charles Darwin o Albert Einstein.
"(Los cristianos) piensan que son dueños del mes de diciembre... ¡Cualquier mes es apto para la devoción pagana!", señaló el copresidente de FFRF, Dan Barker.
Para los defensores de las natividades, la tensión creada por los grupos ateos es innecesaria: aseguran que seguirán buscando alternativas para transmitir su mensaje espiritual.
"Estamos viendo la necesidad de proteger la libertad religiosa en Estados Unidos. Cada vez hay más hostilidad ante cualquier demostración de fe y eso no es lo que dice la primera enmienda: aquí hay libertad de elegir religión, no obligación de liberarse de la religión", sentenció el pastor Mahoney.
(FUENTE: bbc.co.uk)
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