La publicación en una revista de neurología americana del trabajo realizado entre 2008 y 2009 en la Universidad de Vigo respalda la existencia de estas voces que interactúan. Su procedencia, una incógnita.
La aplicación del método científico, sin dar por supuesto a priori ninguna conclusión pero constatando los resultados obtenidos, ha servido para que un equipo integrado por físicos e ingenieros y liderado por José Ignacio Carmona Sánchez y Anabela Cardoso y amparado por la Universidad de Vigo validara la existencia de psicofonías (TCI), o lo que es lo mismo, la grabación de voces de origen electrónico y procedencia desconocida que a menudo parecen interactuar con los autores de las preguntas.
El 'descubrimiento' en clave científica se plasmó en la publicación del estudio, de 57 páginas, en la prestigiosa revista científica americana 'NeuroQuantology', la más importante en el campo de neurología y la física cuántica. Carmona Sánchez es escritor especializado pero mantiene que sólo le interesa la posibilidad de captar TCI desde el punto de vista de la ciencia. Así, aunque guarda una estrecha amistad con Anabela Cardoso, excónsul de Portugal en Vigo y miembro del mismo equipo, difiere en los fines y métodos. Cardoso es una autoridad internacional en la captación de psicofonías empleando aparatos electrónicos avanzados, pero con la vista puesta en el espiritismo, punto de vista que no comparte en absoluto Carmona, quien considera que tras la constatación del fenómeno 'quedan abiertas todas las hipótesis', incluyendo la más radical y en principio acientífica como sería la existencia de una conciencia que sobrevive a la muerte cerebral.
Los experimentos se realizaron en varias tandas entre julio y agosto de 2008 y 2009 en los estudios de sonido de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones de Vigo y los estudios Metrópolis de sonido. Todo lo recogido fue anotado de forma sistemática a través de complejos aparatos acústicos y en las condiciones idóneas para certificar el fenómeno.
El equipo
En los trabajos, primeros científicamente realizados en España sobre Parapsicología, participaron en el campo de la física y la ingeniería Uwe Hartmann, Stanley Krippner, PH.D y Alan Watts profesor de Psicología, Saybrook University, San Francisco, California.
Por su parte, los operadores que manipularon los aparatos de detección fueron Anabela Cardoso, Luisa Alcántara y María dos Anjos Antunes, de Portugal; de Alemania, Ingrid y Uwe Hartmann, y de España: José Ignacio Carmona.
Al parecer, la investigación, además de la ayuda de la Universidad de Vigo, ha sido posible gracias a la contribución financiera de dos patrocinadores internacionales que desean permanecer en el anonimato.
En el apartado de resultados concretos, el estudio del grupo liderado por Iñaki y Cardoso concluye que la aparición de anómalas voces electrónicas fue confirmada en un ambiente acústicamente controlado y con la intervención de diferentes operadores con el fin de descartar posibilidades como la telepatía. Con excepción del 17 de junio de 2 008, ninguna de las voces o susurros descritos fueron oídos en directo durante los tests. En el amplio informe señalan los autores que las TCI fueron detectadas bajo control acústico y parecían beneficiarse de la presencia de ruido en el ambiente, en especial de conversación humana y sonidos metálicos.
Algunas pocas voces grabadas sin ruido tenían menor amplitud que las recogidas en un fondo de ruido. En todo caso, unas y otras, según recoge el informe, eran graves, claras y abundantes.
(FUENTE: atlantico.net)
No hay comentarios:
Publicar un comentario