Los bolivianos recibieron este jueves el año nuevo 5520 del calendario de la cultura Aymara, con un acto principal a la salida del sol en el Templo Kalasasaya, ubicado en el complejo arqueológico y ceremonial de Tiahuanaco (oeste).
Miles de ciudadanos acudieron a la localidad arqueológica para esperar la salida del sol, que según las creencias andinas, llega cargado de energía. En el acto estuvo presente el vicepresidente, Alvaro García Linera.
El sol salió sobre el horizonte a las 07H02 locales (11H07 GMT) y sus rayos se posaron sobre el lugar casi 18 minutos después. Los asistentes a la ceremonia agitaron banderas indígenas multicolores mientras instrumentos autóctonos de viento inundaron el valle con su ritmo.
Concluido el ritual, la plaza principal de Tiahuanaco será escenario de un festival de música y danzas autóctonas, con agrupaciones folklóricas y el grupo de teatro Albor, que pondrá en escena la obra "Mama Coca".
Las actividades culturales se desarrollan desde la víspera cuando una concentración de peregrinos tomó rumbo al sitio sagrado Kimsachata y realizó una ofrenda ritual en sitios sagrados, como anticipo de la celebración a la salida del alba de este 21 de junio.
En la América prehispánica los indígenas dependían de la agricultura, por lo que la llegada del también conocido como Año Nuevo Andino Amazónico, está cargado de ritos en agradecimiento a sus dioses sobre todo a la Pachamama (Madre Tierra) e Inti (Padre Sol).
Los aymaras celebran los el año nuevo 5520 no por ser una fecha exacta, sino por la sumatoria de cinco mil años, que se presume tenga Tiahuanaco, y los otros 520 desde que los españoles llegaron al continente americano.
Todos los 21 de junio cuando está saliendo el sol, un grupo de sacerdotes se reúnen con sus objetos ceremoniales en el Templo de Kalasasaya, en Tiahuanaco, y realizan libaciones, sahumerios y sacrificios de llamas, mientras esperan que rayos de luz pasen por la Puerta del Sol.
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