Emociones fuertes, estructuras que parecen desafiar la ley de la gravedad, velocidad, diversión, las menos deseables colas y, casi siempre, gritos. Podría ser una definición genérica de un parque de atracciones en cualquier lugar del mundo. Pero en la ‘nueva normalidad’ sobran algunos elementos de la ecuación; por ejemplo, los chillidos.
Es una de las medidas que proponen los parques de atracciones de Japón para reabrir sus instalaciones y que contemplan también otras más heterodoxas como la distancia social, el uso de mascarillas, la limitación de aforo, los controles de temperatura y la limpieza.
Los personajes que pueblan estos recintos tendrán vetado el contacto físico con los visitantes: se acabaron el chocar los cinco con los superhéroes o abrazar peluches gigantes
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Reapertura con seguridad
En un plan para prevenir la expansión del coronavirus una vez las instalaciones comiencen a recibir de nuevo visitantes, la Asociación de Parques Temáticos del Este y el Oeste de Japón, formada por más de 30 operadores de los principales parques de atracciones del país, que incluyen a Oriental Land Company -gestor de Tokyo Disneyland y DisneySea-, y Universal Studios Japan.
El protocolo se orienta a garantizar la seguridad de visitantes y personal, por lo que serán habituales en estos recintos las medidas de desinfección, los controles regulares de la temperatura corporal y el uso de mascarillas, además de la reducción de la capacidad.
Otras, más controvertidas, sugieren que los usuarios de atracciones al aire libre, como las montañas rusas, se abstengan de gritar, algo a priori complicado, dada su naturaleza.
Actores sin mascarilla
La distancia social es otra de las claves, también para garantizar la continuidad de algunas atracciones y espectáculos como, por ejemplo, las típicas casas, mansiones o pasajes del terror, que suelen contar con personal caracterizado encargado de asustar a los visitantes (basta con imaginar a Freddy Krueger o la niña de El Exorcista con mascarilla para entenderlo). En estos casos se recomienda asegurar una distancia de más de 1 metro respecto a los visitantes.
Además, al personal que da vida a los personajes que pueblan estos lugares -mascotas, superhéroes, personajes de películas, animación, etc- no le estará permitida la interacción física con los visitantes (nada de abrazos ni choca esos cinco).
Para garantizar un correcto servicio al cliente aún con mascarilla, se recomienda al personal medidas como sonreir con los ojos o acompañar las explicaciones de gestos con las manos
Incluso en el resto de puestos que sí permitan el uso de mascarillas, el servicio al cliente puede verse afectado, por lo que este plan recomienda otras herramientas que van de los “ojos sonrientes” a los “gestos con las manos” para comunicarse con los usuarios.
Respecto a las atracciones de realidad virtual, la recomendación pasa por dejarlas apagadas a menos que las gafas o dispositivos especiales que se emplean se puedan desinfectar completamente después de cada uso.
“Estas pautas no reducirán las infecciones a cero, pero reducirán el riesgo de contagio”, señalaron a AFP los operadores de este tipo de parques que se comprometieron a seguir estudiando fórmulas para reducir los riesgos de transmisión en sus instalaciones.
Sin fecha de reapertura de Disney en Japón
Cerrados de forma generalizada desde febrero para evitar la propagación de la COVID-19, los parques temáticos tratan de volver a la normalidad en Japón y algunos ya han reabierto sus puertas.
Es el caso de Fuji-Q-Highland, ubicado al pie de la montaña Fuji y famoso por su casa embrujada, que ha comenzado a recibir clientes aunque, por el momento, solo mantiene abiertas las atracciones al aire libre y solo permite visitantes procedentes de las prefecturas de las prefecturas de Yamanashi, Nagano, Niigata y Shizuoka.
En el otro extremo, Tokio Disneyland y Universal Japan aún no han anunciado fechas de reapertura.
(FUENTE: cerodosbe.com)
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