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martes, 2 de junio de 2020

Los fantasmas que acechan el Castillo de Windsor, hogar de la Reina Isabel II en la cuarentena


La estadía de la Reina Isabel II en el Castillo de Windsor está plagada de tardes junto a su marido, cenas románticas para recuperar el tiempo perdido durante estos años y cabalgatas matutinas con sus caballos preferidos. Desde principios de marzo la monarca y su Felipe de Edimburgo pasan sus días con casi dos docenas de empleados que viven en el Castillo Real y del que no se puede mover para prevenir cualquier exposición a un posible contagio. Pero, además de los seres vivientes que caminan por esos pasillos, y según indica la leyenda, estarían compartiendo estadía con 25 espíritus más.

A pesar de que la Monarca inglesa no es para nada supersticiosa, los rumores que corren entre los pasillos de la residencia actual se hacen cada vez más fuertes. Muchos de los turistas y empleados que pasan largas jornadas entre esas paredes afirman haber visto muchas presencias extrañas merodeando por ese lugar. Una de ellas es el espíritu de la abuela de la soberana británica, Isabel I. Esta royal fallecida ha sido visualizada por varias personas en la zona de la biblioteca y, si los presentes se llaman a silencio, se puede escuchar su andar por los pasillos. 

La Reina Isabel II ha sido testigo de estas presencias durante su infancia, junto a su hermana y ha utilizado esta leyenda para alimentar el morbo de los turistas que se acercan a conocer el Castillo de Windsor. Además de su abuela, Jorge II y Enrique III también fueron visualizados en distintas ocasiones, todas referentes a sus fallecimientos. Los royal de primera línea siguen merodeando esa estructura arquitectónica que vio pasar a cientos de Reyes y Familias Reales, puesto que tiene más de cien años desde su creación.

La Soberana británica ha decidido hace un tiempo atrás dejar las supersticiones y llamar a expertos que le den una respuesta real a estas apariciones. Así, profesionales que trabajaron en la Universidad Hertfordshire se acercaron hasta el lugar para estudiar los fenómenos naturales que parecen aterrar a los visitantes. Además de los monarcas fallecidos, testigos han afirmado que el espíritu de Herne, hombre de confianza de los reyes al mando, traicionó al monarca y se mató en el jardín del Castillo de Windsor. Como dice el dicho, esto es creer o reventar.

(FUENTE: vocescriticas.com)

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